#BionicManDiary, entrada 002: cuando el chip empezó a dar vueltas y a girar por la noche

Durante las dos primeras semanas de mi experiencia con el biochip, tuve tiempo de reflexionar sobre muchas cosas. El aluvión de preguntas de la comunidad impulsó este proceso aún más.

Durante las dos primeras semanas de mi experiencia con el biochip, tuve tiempo de reflexionar sobre muchas cosas. El aluvión de preguntas de la comunidad impulsó este proceso aún más: me han bombardeado con preguntas y sugerencias, y vivo en un ambiente de constantes discusiones sobre todos los aspectos del experimento. Las preguntas, a veces, abordaban problemas serios, desde cuestiones emocionales a religión.


Nunca me arrepentí de lo que hice. Al contrario: la cantidad de preguntas, así como también sus variados temas, demuestra que toda la iniciativa no fue en vano – a pesar de que esta tecnología en realidad es controvertida. Para evitar que el escenario de la película “The Blade Runner” pase en la vida real, tenemos que mejorar, redefinir y depurar seriamente esta tecnología.

Primero, quiero hablar del factor de forma del biochip. Sentir el chip debajo de tu piel es la primera cosa a la que te tendrás que acostumbrar.

No lo siento a menudo. Tal vez este sitio del cuerpo entre el dedo pulgar e índice tiene, de hecho, un pequeño número de terminaciones nerviosas, o, si no, la intervención fue un auténtico éxito, pero el chip parece sentirse como en casa, asentado en una pequeña y oculta arruga de la piel.

Hay ocasiones, sin embargo, que realmente lo siento dentro de mi mano: por ejemplo, cuando levanto pesos como las pesas del gimnasio y la compra. En algunos momentos el chip se mueve hacia un lado, a milímetros del dedo índice.

A veces, te despiertas y encuentras el chip en otro sitio donde ha viajado durante la noche. No hay nada malo en esto, ya que la máxima distancia a la que puede ir está limitada al diámetro de una pequeña moneda.

Habiendo vivido así durante un par de semanas, quiero declarar lo siguiente: a pesar de lo maravillosa que es la idea (señalaré todas las ventajas iniciales en mi próxima entrada en el blog), la primera cosa que deberíamos cambiar – ¡drásticamente! – es el factor de forma del chip.

Los biochips de hoy, en general, son así:
1_ENLa parte externa está hecha de vidrio biocompatible USP fino y duro, que no se daña en contacto con la carne viva y almacena un pequeño circuito que soporta funciones básicas lógicas: un bloque de leer/escribir y un bloque de memoria, que se activa en el campo del receptor RFID.

Esto significa que el chip se activa solo cuando está posicionado cerca del objeto, como una máquina de billetes del metro o un lector de tarjetas de crédito.

Funciona bien, en general. Aun así, este factor de forma es más adecuado para una inyección, pero para resistir la presencia prolongada debajo de la piel no es la solución ideal.

Dónde colocar el chip, según Leonardo Da Vinci
El sitio ente el dedo pulgar e índice no resultó ser la mejor zona para colocar el chip, ya que en la práctica no es conveniente para el uso diario. Por ejemplo, cuando paso por la máquina validadora del metro, intuitivamente quiero golpear o tocar el lector con el puño o la muñeca.

Haz las cosas lo más fácil posible, pero no más simples

Me acerqué a diferentes lectores unas 1000 veces, y puedo asegurar que la electrónica debería utilizar los mismos test de usabilidad y pruebas de experiencia de usuario que las aplicaciones móviles, test inspirados tiempo atrás por Okkama Blade. En lo que a esto respecta, me gusta la frase célebre de Albert Einstein:

“Haz las cosas lo más fácil posible, pero no más simples.”

En lo que respecta al chip en la mano, una persona tendrá que torcer su mano para que los diferentes lectores lean el chip, pero cuanto menos se haga mejor. El chip debería colocarse de forma que permita una interacción cómoda con cualquier dispositivo almacenado ante los ojos o a una distancia del brazo alargado. Pienso que el viejo Da Vinci ya dio a entender esta aproximación en el Hombre de Vitruvio.

davinci-manMientras estoy en el metro, en la oficina y en los centros comerciales (el chip aún no puede servir como medio de admisión, pero la reacción de los lectores sobre su presencia crea muchas dudas), he identificado el lugar en el que realmente encajaría la implantación del chip:

La zona más conveniente para ubicar el chip está localizada en el centro del dorso de la mano. Si el chip se implanta en este sitio, será práctico para el portador abrir muchos tipos de cerraduras, pagar con TPV, interactuar con smartphones y tablets y pagar en las máquinas de billetes del transporte público (al menos aquellas que están en las estaciones de autobús, no las que se usan en el metro).
4_ENMi segunda opción de la lista es la zona situada en la mano, justo entre el dedo pequeño y la muñeca: si aprietas el puño, verás una pequeña arruga exactamente donde el chip podría ser implantado.

La tercera zona más conveniente para la implantación del chip está situada entre los nudillos. En este caso, para interaccionar con el lector, podrías golpearlo tiernamente con un movimiento muy intuitivo.

En realidad, no hay una solución ideal aquí. Para que la zona de implante de un chip sea universal, necesitaríamos unificar todos los lectores del planeta.

Incluso si lo conseguimos, no sería fácil. Las personas son muy distintas entre sí: varía su peso, si son diestras o zurdas, si tienen problemas con las extremidades o incluso si no tienen extremidades.

Para abastecer todos los intereses de la humanidad, podríamos implantar varios chips, así podrían interactuar y desempeñar tareas (como una pequeña LAN), o un único chip podría desplazarse por el cuerpo de varios centímetros.

Técnicamente, la segunda opción es plausible, pero tiene riesgos extra de seguridad: potenciales cibercriminales podrían acceder en remoto a los datos compartidos entre los chips usando una antena direccional – un método ampliamente utilizado cuando se hackea a través de Bluetooth.

Si una persona tuviera que llevar un chip en su mano, estaría más de acuerdo con la primera opción. Bueno, si me lo hubieran preguntado antes de la implantación, elegiría la primera opción.

El biochip tiene que arraigar
Pero la ubicación del chip es solo una parte de un gran problema. ¿Recuerdas que dije que el chip viaja debajo de la piel? Este problema también se tiene que solucionar. Empleé todas mis habilidades en gestión de productos en combinación con la teoría de solucionar problemas de forma ingeniosa y mira la solución que sigue:
2_ENPara que un biochip sea absolutamente fácil de usar, tiene que ser remodelado y adaptado para abastecer las necesidades de los usuarios. El principal requisito en este sentido es que el chip cambie :

  • Antes y durante el proceso de implantación;
  • Después de la implantación:
  • Antes de la extracción (en caso de que el portador, por alguna razón, decida deshacerse de él).

Por lo que se refiere al primer punto, el chip debería ser liso y compacto para ir debajo de la piel lo más suave posible, además de ser absolutamente impalpable donde sea que termine. El chip también debería permanecer en “stand by” y desactivado.

Después de la inyección, el usuario debe ser capaz de hacer dos cosas esenciales. La primera es invocar el chip, literalmente: la única oportunidad para que el chip sea constante y no se mueva debajo de la piel como si tuviera literalmente raíces en el cuerpo del usuario.

Para que esto pase, este chip vivo necesita lentamente, a lo largo de los días, “desarrollar pequeñas raíces” para fijarse con estabilidad en el organismo vivo y convertirse en una parte integrante del cuerpo. Al mismo tiempo, estas ‘raíces’ deben convertirse en el medio por el cual el chip se encienda o conecte con el sistema neuronal.
3_ENSin embargo, podría llegar el momento en que el usuario quiera deshacerse del chip – sea o no necesario mejorar hacia una sofisticación o actualización del chip. También, por ejemplo, podría llegarme la paranoia de la tecnofobia y entrarme el inminente deseo de escaparme a una playa remota mexicana, donde podría sentarme en la arena y cantar Kumbayá hasta mi último día.

En este caso, debería tener la oportunidad de coger mis datos personales, cifrarlos y enviarlos a la nube. Y luego el chip debería destruirse. Debería matarse literalmente: primero, debería perder sus ‘raíces’ (de la misma manera que las fresas se inclinan y decaen) y convertirse en una pieza de sustancia lisa y delicada que tendría que ser fácil de extraer en casa a través de un bisturí, un anestésico y un par de pinzas.

Hay una opción más: este tipo de chips podrían disolverse una vez desactivado.

El segundo requisito: la simbiosis
Una de las preguntas más populares entre nuestros lectores del blog exaltó sus miedos ocultos: “¿Qué pasa si los criminales te cortan la mano y utilizan tu chip?” Por desgracia, tengo que admitir, que es bastante factible.

Hay millones de cosas que los cibercriminales necesitan saber para llevar a cabo este brutal acto. Primero, alguien tiene que saber exactamente dónde está localizado el chip y, por último, cortar en carne viva es más que un simple robo furtivo de contraseñas en la red, así que el culpable tiene que estar en una situación extremadamente desesperada, o ser una bestia. Pero, en general, es un comentario muy acertado.


Para solucionar esta vulnerabilidad, tenemos que hacer que el chip sea completamente inoperable cuando se separe del portador legal. El chip eliminado, una vez extraído de alguna forma del cuerpo del propietario, tiene que ser dañado de tal manera que no se pueda volver a reutilizar.

Tiene que haber métodos para prevenir el robo de datos en cualquier escenario plausible (incluyendo en el estado de “stand by”controlado). Para rebajar la posibilidad de que los chips sean hackeados, se deberían utilizar otros factores de autenticación (como el reconocimiento de voz o un token de seguridad ubicado en un sitio que solo sepa el propietario legítimo).

No dudes en aportar tu opinión en los comentarios de este post: cómo ves los equipos del chip, qué casos de uso deberían considerarse, etc. El experimento trata de esto: analizar las ideas más extravagantes, que podrían allanar el camino para descubrimientos importantes.

Mi próxima entrada en el blog estará enfocada en cómo evitar que la contraseña de mi biochip desbloqueara la pantalla de mi teléfono móvil; compartiré los resultados con los programadores de aplicaciones.

Atentamente,
CHE

P.D. Todos los posts y tweets pueden ser encontrados en las redes con el hashtag de #BionicManDiary.

Puedes hacer TODAS tus preguntas (¡sin limitaciones!) a través de Facebook o Twitter. Haré todo lo posible para contestar a cada una de ellas.

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