Cómo controlar tu iPad: manual para principiantes para proteger la tablet de tus hijos

Los niños se han vuelto locos con las tabletas, pero tienes que ponerle límites a su entusiasmo antes de que llegue a convertirse en una obsesión. Aquí te dejamos unos consejos que te ayudarán a domesticar el iPad de los más pequeños.

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Tengo tres hijos. El mayor ha madurado y ahora tiene su propio portátil que yo mismo he “actualizado” con control parental para prevenir que le salten contenidos inapropiados. Los pequeños apenas están empezando con su vida online en el iPad. Es entonces cuando los padres conscientes me preguntan: ¿Cómo controlas el entretenimiento digital de tus hijos?

Tengo que hacer una nota al margen para aquellos que están a punto de descubrir este nuevo mundo. Los niños están locos con los ordenadores. Pero esta devoción debe ser controlada: si no le ponemos límite a este estusiasmo de los niños, puede convertirse en una obsesión y esto los llevaría a un temprano aislamiento  más típico de los adolescentes, con consecuencias impredecibles. Las ganas de los padres por traer a sus hijos de vuelta al mundo real puede resultar algo frustrante.

El control de los niños es un concepto psicológico complejo y cada padre de familia decide, o se inventa, sus propios métodos para lidiar con sus hijos. La habilidad para dosificar inteligentemente el “entretenimiento en la tableta”, debe  integrarse dentro del sistema educativo.

Lo único con lo que no estoy de acuerdo respecto al sistema educativo es la proclamada idea de que los PCs son  el mal supremo y debemos prohibir a los niños utilizar ordenadores. Aceptadlo, el mundo de nuestros hijos será muy diferente al nuestro. Los dispositivos electrónicos serán el centro de este universo y a menos que les enseñemos a utilizar solo lo esencial de estos dispositivos, estarán arriesgando su integración a este mundo y dejarlos fuera del proceso de la evolución. Nuestro mayor desafío es encontrar un balance óptimo entre la educación y el entretenimiento, y enseñarles a tener autocontrol y la habilidad de mantenerse inmunes a las obsesiones relacionadas con los ordenadores.

Sin embargo, esta historia no trata de la psicología infantil, por favor aprovecha la oportunidad para hablar del tema en los comentarios de este artículo. Aquí intento enseñarte un par de trucos de los ajustes del iPad para proteger a tu hijo del uso excesivo de la tableta y evitar que vea contenido inapropiado, salvándote de gastos inesperadamente desagradables.

Sin Internet – No hay problema

Antes de nada, elimino por completo la posibilidad de que se conecte accidentalmente a Internet. Mis hijos pequeños todavía no saben leer pero son muy capaces de abrir el navegador y ver contenido explícito mientras juegan.

Para evitar esto (y muchos otros problemas), entra a “Restricciones” dentro del menú de “Ajustes” de tu iOS donde podrás deshabilitar Safari. Ten en cuenta que esta restricción solo funciona con el navegador por defecto, y si tienes otro navegador instalado en tu tableta como por ejemplo el Yandex.Browser, tendrás que desinstalarlo.

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Cuando mis hijos crezcan y se interesen por  Internet, instalaré un buen navegador con la capacidad de filtrar contenidos. Hay muchos disponibles en la App Store. Por ejemplo, puedes elegir nuestro Kaspersky Safe Browser.

Bloquea tu cartera

Como todos sabemos, nada es gratis en este mundo, y las aplicaciones móviles no son la excepción. Los desarrolladores son sólo seres humanos esforzándose por ganarse la vida. El modelo de juegos freemium orientados a niños/adolescentes siempre incluye las famosas “compras in-app” ofreciéndote un servicio más avanzado al que has descargado inicialmente. Si utilizas los ajustes por defecto de iOS, los niños curiosos podrán encontrar fácilmente la manera de quitarte el dinero de los bolsillos.

¿Qué se puede hacer al respecto? ¡Aplica los maravillosos ajustes del apartado de “Restricciones”! Aquí es donde Apple ha incluido otro cambio útil:

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Para aprender más sobre este ajuste, haz clic en el enlace.

Cortina de hierro

Al revisar el apartado de “Restricciones” puedes matar dos pájaros de un tiro. Revelaré una verdad simple: después de haber pasado por varias situaciones con mis hijos, he deshabilitado literalmente TODO: instalación/desinstalación de aplicaciones, iTunes, FaceTime, cámara y acceso a Siri. Si necesitas una de estas herramientas, habilítalas temporalmente.

Objetivo: concentración

Hay otra manera elegante de controlar niños curiosos: La herramienta de “Acceso Guiado” (Ajustes-> General-> Accesibilidad-> Acceso Guiado). Está diseñada para mantener al usuario concentrado en una tarea determinada, libre de distracciones. No solo limita a tu hijo la posibilidad de abrir una aplicación cada vez, sino que también evita que las aplicaciones abran otras aplicaciones.

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Todo bajo control

El “Acceso Guiado” tiene funcionalidades muy útiles. Por ejemplo, puede deshabilitar el control táctil, botón de inicio, auto rotación, control de volumen, teclado virtual, y hasta puedes establecer partes de la pantalla activas como áreas de pantalla seleccionables diseñadas para los iconos de las aplicaciones no seguras para niños.

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Pequeño Gnomo

Y ahora lo que más duele: cómo limitar el tiempo que tu hijo pasa frente a la tableta sin provocarle un ataque de histeria. Yo solía utilizar aplicaciones de terceros para resolver este problema, pero fue inútil. En iOS 8 existe una funcionalidad dentro del apartado de “acceso Guiado” que te ayuda.

Mis hijos y yo lo llamamos “Pequeño Gnomo”. Se preocupa por mis hijos, les enseña películas, los entretiene con juegos, aunque de vez en cuando se cansa y debe descansar. La herramienta de Tiempo Límite te permite ajustar el “tiempo de tableta” para tus hijos. La pantalla se apaga cuando se acaba el tiempo, porque el “pequeño gnomo necesita dormir”.

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Sin más

Y el último consejo del día es muy simple: no guardes tu trabajo en la tableta que usan tus hijos. Nunca sabes de lo que son capaces: no te hará gracia ver tuits accidentales, fotos indeseables publicadas en Facebook o extraños correos electrónicos enviados de tu parte. Si has decidido sacrificar un iPad para tus hijos, más vale darlo por perdido en cuanto se convierta en su juguete favorito.

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