El negocio de los bitcoins

Bitcoin es una moneda electrónica cifrada, descentralizada, de ordenador a ordenador (peer-to-peer) y que no sigue los estándares internacionales de transacciones financieras.

Bitcoin

Bitcoin es una moneda electrónica cifrada, descentralizada, de ordenador a ordenador (peer-to-peer) y que no sigue los estándares internacionales de transacciones financieras. Por lo tanto, no existen reglas como sucede con el resto de divisas. De hecho, me han dicho que se pueden sacar bitcoins reales desde un cajero automático en algún punto de Canadá. Anécdotas a parte, este dinero es, en realidad, una cadena de firmas digitales que representan una fracción de un bitcoin.

Nos guste o no, el protocolo bitcoin es un mecanismo muy práctico para blanquear dinero y para que los criminales realicen transacciones financieras en la Red sin que nadie pueda rastrearlas.

Los usuarios pueden comprar bienes legítimos con esta moneda. De hecho, el número de objetos adquiridos a través de este sistema ha aumentado considerablemente en los últimos años. Aunque podamos realizar compras online con nuestro dinero tradicional, con los billetes clásicos no se pueden adquirir en Internet herramientas para hackear, armas, drogas, información robada y un sinfín de cosas ilegales. En cambio, estas operaciones son mucho más sencillas si utilizamos una moneda digital.

El protocolo bitcoin apareció en el año 2008, concebido por un individuo o grupo de personas bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto. Al principio, el valor del bitcoin apenas era una fracción de dólar. Ahora un dólar vale una fracción de bitcoin. Mucha gente no sabe qué es o no entiende cómo funciona y por qué tiene valor esta moneda electrónica.

Ya he contestado a la primera pregunta; el bitcoin es una divisal digital. En lugar de acuñar una moneda o imprimir un billete, se utiliza una cadena de caracteres criptográficos. Ahora bien… cómo el bitcoin ha llegado a tener un valor real es una cuestión más difícil de explicar (al igual que sucedería con el euro o el yen japonés). El valor de cualquier moneda aumenta o desciende según las fuerzas del mercado. Y éste también es el caso del bitcoin.

Explicar cómo funciona la economía del bitcoin es un poco más complejo. En pocas palabras, cada transacción con bitcoins se registra en una gran base de datos llamada BlockChain.  Este protocolo se sustenta sobre una red donde “mineros” controlan la moneda. La tarea de estos mineros, cualquiera puede serlo, es proteger las transaccciones bitcoin para que no haya transacciones de anulación (conseguir que se devuelva el dinero ya gastado). Como su nombre sugiere, los datos que se guardan en BlockChain se denominan bloques (block en inglés). Cada bloque nuevo debe contener el hash del bloque anterior. Por lo tanto, cada bloque nuevo que se une a la cadena posee todo el historial de la transacción. Los mineros ponen a disposición de la red los recursos de su equipo y como recompensa, reciben bitcoins.

El bitcoin no solo es una divisa para los criminales y los amantes de la tecnología. Inversores de Wall Street y extranjeros saben el valor de esta moneda y están invirtiendo dinero en bitcoins; lo que ha conseguido que suba como la espuma en los últimos meses. Actualmente, el valor de todos los bitcoins en el mercado asciende a 3.539.862.626,7474995 dólares. Cada bitcoin equivale a 296,9179 dólares. A principios de año, cada moneda apenas llegaba a los 13 dólares. Se puede apreciar claramente cómo ha aumentado la inversión a lo largo del 2013.

Los cibercriminales no difieren tanto de los inversores. Estoy seguro de que, llegados a este punto del artículo, ya os habréis preguntado si existen o no ataques contra esta divisa electrónica. Por supuesto, se utilizan botnets y troyanos para atacar los monederos bitcoins (donde se almacena la moneda) y robar el dinero virtual.

Por ejemplo, el botnet Kelihos poseía una función especial diseñada para robar bitcoins. Esta red utilizaba la potencia de los equipos de las víctimas para conseguir ser un minero más prolífico. Además, también encontramos troyanos como ZeroAccess y Mac que se apoderaban de bitcoins. Pero, aparte de programas maliciosos, los investigadores han descubierto diferentes vulnerabilidades en los monederos y aplicaciones bitcoin.

Más habitual que el  malware o las vulnerabilidades son los ataques contra los mercados donde se vende y compra esta divisa. BitFloor, la casa de cambio de bitcoins más grande de EE.UU., suspendió sus operaciones el año pasado después de que unos atacantes irrumpieran en el servidor y robaran 250.000 dólares en moneda virtual.  Otro ataque de estas características contra Bitcoinica produjo 87.000 dólares en pérdidas. Por último, un ataque DDoSc contra Mt. Gox y el servicio de almacenamiento de bitcoins Instawallet, hizo que se cayeran ambos servicios. Muchas personas especularon que el colapso de Mt. Gox produjo la caída del bitcoin en abril de este año, aunque la entidad desmiente tales acusaciones.

Cada bitcoin equivale a 296,9179 dólares

Un par de investigadores de la Universidad de Cornell, Ittay Eyal y Emin Gun Sirer, publicaron un estudio donde afirman que existe una vulnerabilidad en el protocolo bitcoin que podría permitir a un pequeño grupo de contables (mineros) unirse para corromper el sistema. Si estos mineros controlasen más del 25% del proceso, serían capaces de retrotraer las transacciones y anular los esfuerzos del resto de mineros para asegurar la red.

“Ittay Eyal y yo hemos descubierto una vulnerabilidad que permite a un grupo pequeño de mineros obtener grandes beneficios y conseguir que otros usuarios se unan a ellos hasta convertirse en la mayoría. Si se llegase a este punto, el protocolo se colapsaría. La moneda estaría controlada por una sola entidad; dejaría de estar descentralizada y la entidad controladora podría realizar transacciones de anulación. Este contexto no necesita a un villano al más puro estilo película de James Bond para que suceda, puede darse si un grupo de mineros se unen, simplemente, para ganar más dinero “, escribieron los investigadores en su blog.

Por supuesto, también hay detractores.

“Al igual que cualquier otra investigación científica, la vulnerabilidad del protocolo bitcoin debería ser revisado por otros miembros de la comunidad”, dijo Sergey Lozhkin, investigador senior de seguridad de Kaspersky Lab. “La naturaleza de esta vulnerabilidad reside en el sector económico más que en la tecnología informática. Incluso, si un grupo de personas (o, más probablemente, una entidad gubernamental poderosa con una potencia informática casi infinita) controlase parcialmente el proceso de minería bitcoin; esto no supondría la caída de la divisa digital. Así, no se justifica el bombo publicitario que se le ha dado a esta noticia. Actualmente, la mayor amenaza para bitcoin es la política, no la tecnología”.

Lozhkin tiene razón. La política es un gran obstáculo para el protocolo bitcoin. El Wall Street Journal informó esta semana que el senado de EE.UU. estaba reuniendo un comité para debatir cómo esta moneda electrónica puede ayudar al mercado ilegal y a la evasión de impuestos.

Además, al menos en EE.UU., el poder de acuñar moneda está en manos del Congreso según la constitución del país. Por lo tanto, no sé hasta qué punto el proceso de minería de bitcoin podría considerarse legal.

Costin Raiu, director del equipo de investigación y análisis de Kaspersky Lab, declaró lo siguiente::

“Teóricamente, lo que han dicho los investigadores es posible. Pero, según ellos, su ataque se basa en la idea de que estos mineros corruptos podrían ocultar bloques durante largos periodos de tiempo”, dijo Raiu. “Estadísticamente, esto es imposible porque mientras unos mineros esconden unos bloques, otros mineros descubrirían dichos bloques y los registrarían en la base de datos”.

Raiu explica, además, que esa vulnerabilidad no existe en realidad y el riesgo de que suceda es realmente pequeño:

“Pero, existe otra posibilidad. Estos investigadores pueden haber intentado crear un bulo para que los usuarios vendiesen sus bitcoins. Así el mercado caería y las personas más inteligentes empezarían a comprar monedas virtuales a un precio realmente bajo. Luego, otras personas no se creerían la noticia y el valor del bitcoin volvería a subir, haciéndose ricos aquellos que compraron la divisa devaluada”.

Usar o no usar el bitcoin. Ésa es la cuestión. Por supuesto que esta moneda ofrece grandes beneficios: es fácil de utilizar, internacional, y cada vez hay más vendedores que la aceptan. Además, podemos comprar cosas con bitcoin que con el dinero tradicional no es posible; realizar transacciones de forma anónima; evadir impuestos; blanquear dinero… y un largo etcétera. Las posibilidades son infinitas, tanto para bien como para mal.

Si decidís utilizar bitcoins, debéis conocer los riesgos que entraña. Wall Street los conoce y todavía invierte su dinero en este sistema. Pero, la bolsa neoyorquina tampoco es un ejemplo a seguir. Los monederos Bitcoin están en el punto de mira de los cibercriminales, al igual que tu cuenta bancaria. Las casas de cambio también han sido víctimas de sus ataques, al igual que las entidades bancarias. Pero mis preocupaciones principales son éstas: ¿qué pasa si un estado decide que el bitcoin es ilegal? ¿Qué pasa si alguien se hace con el control de una cantidad desmesurada de esta moneda? Yo tengo la respuesta: mucha gente perdería mucho dinero.

Explicar cómo funciona la economía del bitcoin es un poco más complejo. En pocas palabras, cada transacción con bitcoin se anota en una gran base de datos llamada BlockChain.  Además, se sustenta sobre una red donde los “mineros” controlan la moneda. La tarea de estos mineros, cualquiera puede serlo, es proteger las transaccciones bitcoin para que no haya transacciones de anulación (conseguir el dinero ya gastado). Como su nombre sugiere, los datos que se guardan en BlockChain se denominan bloques (block en inglés). Cada bloque nuevo debe contener el hash del bloque anterior. Por lo tanto, cada bloque nuevo que se une a la cadena posee todo el historial de la transacción.

 

Consejos