Los 4 proyectos nuevos de Google: un par de comentarios sobre Soli, Jacquard, Vault y Abacus

En la reciente conferencia de Google I/O, la “compañía del bien” anunció cuatro proyectos: Soli, Jacquard, Vault y Abacus. Veamos de qué se tratan estas curiosas tecnologías.

En la reciente conferencia de Google I/O, la “compañía del bien” anunció (además de una nueva versión de Android, nuevos servicios y otras cosas algo predecibles), cuatro proyectos: Soli, Jacquard, Vault y Abacus. Veamos de qué se tratan estas curiosas tecnologías y cómo pueden mejorar nuestra vida.

El Proyecto Soli es un diminuto sensor diseñado para los relojes inteligentes (o smartwatches) o las pulseras de fitness para monitorizar de forma más precisa los movimientos de las manos y permitir mayor control por gestos. Los gestos se utilizarán para el control del dispositivo (una forma más práctica que la manipulación de minúsculos objetos en una pantalla de igual tamaño) y el control del ecosistema mediante el uso de conexiones inalámbricas como el Bluetooth para la transmisión de órdenes.

Como sabemos, hoy en día, las tecnologías de reconocimiento gestual emplean, en su mayoría, el principio de análisis de una imagen grabada por una o más cámaras. Pero, en primer lugar, se trata de un sistema muy costoso, ya que requiere de un gran número de componentes y, en segundo lugar, exige demasiado en cuanto a capacidad de procesamiento y consumo de energía.

El sensor Soli es, en esencia, un minúsculo radar que opera a una frecuencia de 60 GHz mediante el uso de dos antenas. El sensor escanea 10 “fotogramas” por segundo, y la reacción es prácticamente instantánea (tema prioritario en cualquier interfaz similar).

Y, además, no necesitarás mover los brazos como un loco como ocurre con Kinect: Soli es capaz de detectar los microgestos como frotar o chasquear de los dedos.

No está del todo clara la rapidez con la que el usuario aprenderá a usar esta interfaz: por ejemplo, es evidente que nadie utiliza las funciones multitáctiles, excluyendo las más sencillas. Por lo tanto, la tarea más importante consistiría en asegurar que los gestos táctiles sean totalmente intuitivos y predecibles, y que el usuario no tenga que sufrir un largo periodo de aprendizaje y ejercicio de los gestos.

El Proyecto Jacquard (como curiosidad, el nombre hace referencia a un tipo de telar) está diseñado para cambiar de forma drástica la industria de la moda. La idea principal se basa en la integración de sensores multitáctiles en prendas de ropa, por lo que se podría utilizar una parte de la manga de una camisa o el pantalón en lugar de la pantalla del smartphone.

Además de ocuparse de la superficie misma del sensor, los desarrolladores del proyecto Jacquard se encargaron de crear unos hilos conductores de colores especiales para conectar los sensores a los mandos. Esto implica que los hilos estarán escondidos y no estropearán el diseño de los trajes. O, por el contrario, serán visibles si quieres que la gente a tu alrededor sepa que llevas algo poco convencional, moderno y de última tecnología.

También es importante mencionar que, desde una perspectiva tecnológica, el principio de integración de sensores en prendas de ropa, ya ha sido elaborado de forma que no produzca un aumento en el coste de producción de estas vestimentas de última generación. Lo único que se necesitan son los hilos conductores. Así que no se trata de un concepto friki que se hará realidad dentro de 146 años: Google ya ha dado a conocer su acuerdo con Levi’s, por lo tanto, los vaqueros cibernéticos llegarán próximamente.

Los usos de esta tecnología que vienen inmediatamente a la mente son, por supuesto, la capacidad de entrada de datos sin la necesidad de utilizar ningún artilugio con pantalla táctil (por ejemplo, para marcar un número de teléfono) y para la sustitución de los controladores de juego y otros medios de entrada convencionales.

El Proyecto Vault se trata de una nueva tecnología de protección de datos contra el acceso no solicitado,  pronosticada como una herramienta más segura que el escáner de huellas dactilares. Su meta-objetivo es la de eliminar las contraseñas. Las contraseñas sencillas son fáciles de memorizar por su simplicidad y son susceptibles de ser hackeadas fácilmente por los ordenadores de hoy día en cuestión de minutos. Por otro lado, las contraseñas complejas (del tipo Xj$7f(sQp]1v^49), son difíciles de memorizar, por lo que terminan escritas en un papel, algo nada seguro.

Vault es un dispositivo muy compacto con la forma de una tarjeta microSD. Los ordenadores y smartphones “reales”, independientemente del sistema operativo que utilicen, identifican la tarjeta como un dispositivo de almacenamiento extraíble que contiene dos archivos: uno de escritura y otro de lectura.

De hecho, no se trata sólo de una simple tarjeta de memoria. Dejando a un lado la palabrería tecnológica, es un ordenador virtual, con completa autonomía, y que se encarga del cifrado y descifrado de los datos, mientras que el software externo, con independencia del sistema operativo para el que esté hecho, lleva a cabo una suma de verificación para comprobar que el archivo de lectura y el de escritura coinciden, y aceptar la contraseña.

Puedes tener acceso a información importante desde cualquier dispositivo, pero únicamente si tienes esta “maravillosa unidad” que contiene, además de memoria no volátil, un procesador ARM, un módulo NFC y una antena, todo en una única solución gestionada por el sistema operativo RTOS  basado en Linux.

Eso significa que, para la autorización en cualquier lugar y en cualquier momento, sólo se necesitaría enchufarlo en el dispositivo de almacenamiento, sin introducir una contraseña. La idea, por cierto, no es nada revolucionaria: en definitiva, sigue el mismo camino que el antiguo USB o su predecesor, el puerto LPT, muy comunes en las aplicaciones de banca electrónica. El inconveniente de estas soluciones tradicionales es la imposibilidad acceder desde otros dispositivos: el usuario tiene que utilizar la configuración previamente predeterminada e instalar los controladores para que funcionen en un PC.

El Proyecto Vault se presentó durante la demostración sobre seguridad en la mensajería. Un mensaje de salida cifrado se transmite desde un smartphone a través de redes de protocolo abierto y se descifra en el dispositivo de destino. No hay contraseñas, por lo que no pueden ser interceptadas.

El Proyecto Abacus supone un acercamiento completamente distinto a la autenticación del usuario. En lugar de utilizar una contraseña, o un modelo de dos factores que, a su vez, depende de una contraseña y de un método de autenticación, los investigadores de Google proponen una autenticación multifactor real, basada en los patrones de localización del usuario, en cómo habla, cómo escribe, etc. La combinación de todos estos factores permite identificar a una persona en concreto de forma mucho más fiable que una contraseña.

La mejor noticia sobre esta tecnología es que no necesita ningún hardware específico, todo lo que el Proyecto Abacus necesita para funcionar ya lo tiene cualquier smarthphone moderno. Se trata solamente de añadir un software. Por otro lado, este enfoque requiere la recopilación de una gran cantidad de información sobre el comportamiento de los usuarios, y esto es algo bastante incómodo, teniendo en cuenta que Google ya posee una inmensa cantidad de información sobre todos nosotros.

 

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