Os presentamos nuestra nueva imagen

Eugene Kaspersky nos cuenta cómo Kapersky Lab ha pasado a ser simplemente Kaspersky y el futuro que nos depara después de este cambio.

He escuchado mucho decir que “Para que la vida no se eche a perder, hay que hacer cambios de vez en cuando”.

En KL es imposible que nos echemos a perder y menos en esta industria en la que nos encontramos, que cambia de forma rápida y constante. Aún así, a veces viene bien parar, analizar cómo nos ven los demás, pensar qué nos depara el futuro y realizar unos cuantos cambios en la apariencia de la compañía. Y con esta presentación tan poética, quiero anunciar nuestro rebranding y explicar por qué hemos dado este paso.

Nacimos en los años 90, en concreto fue en 1997 cuando fundamos la compañía con tan solo un simple objetivo: desarrollar el mejor antivirus del mundo. No hablamos del posicionamiento, la imagen o la “filosofía de la marca”. Pero esto fue hace 22 años y todo ha cambiado…

Actualmente contamos con más de 4.000 empleados y protegemos a cientos de millones de particulares y empresas de todo el mundo, pero hasta el concepto de “antivirus”, nuestra piedra angular, se ha quedado obsoleto. El mundo se ha vuelto tan dependiente de todo lo cibernético que no queda ni un solo ámbito de la vida moderna al que no haya accedido y nosotros estamos preparados para protegerlos todos: desde usuarios domésticos que navegan por Internet, hasta las grandes empresas, gobiernos, industrias e infraestructuras. No obstante, hay algo que no ha cambiado desde nuestros inicios: ofrecemos las mejores soluciones de seguridad del mercado.

Todos estos cambios nos llevaron a considerar cómo nos veían desde fuera para ver si también teníamos que cambiar este aspecto. Después de todo, nuestro logo se diseñó en 1997 cuando la empresa estaba dando sus primeros pasos. En él utilizamos el alfabeto griego y añadimos muchos detalles, pero 22 años después había perdido gran parte de su relevancia.

Por tanto, después de mucho trabajo entre bastidores, ¡hoy actualizamos oficialmente nuestro logo! Con una precisión matemática, su diseño utiliza letras con formas geométricas, lo que representa los valores que nos definen como, por ejemplo, los más altos estándares de la ingeniería. Otra innovación digna de mencionar es que hemos eliminado la palabra “Lab”. Este cambio era previsible, ya que es habitual que en todo el mundo nos llamen (ahora y siempre) solo por mi apellido, ya sea por comodidad, simplicidad, brevedad o, sencillamente, porque no hace falta nada más. Ahora solo somos “Kaspersky”, más corto, simple, claro, funcional, fácil, memorable (y podría seguir) …

Pero si indagas un poco más, podrás apreciar que no solo hemos cambiado el logo. Toda la empresa está cambiando.

En los últimos años todo ha cambiado: nuestro enfoque para los negocios, nuestros productos y nosotros mismos, por no hablar de nuestra visión de futuro. Todos estos años hemos estado “salvando el mundo”, luchando contra la ciberdelincuencia en sus muchas representaciones. Pero, como ya hemos mencionado anteriormente, también hemos cambiado durante este proceso de evolución (debería haber sido poeta). Y ahora sentimos sabemos que está en nuestras manos no solo salvar el mundo, sino también construir uno más protegido y seguro desde cero. Creo firmemente que el concepto de ciberseguridad quedará obsoleto pronto y que la palabra “ciberinmunidad” ocupará su lugar.

Los sistemas de la información deberían estar diseñados y elaborados para ser seguros sin necesidad de añadir complementos en forma de soluciones de seguridad (que no son del todo seguras). Y en ello estamos trabajando, un futuro real y tangible en el que la vida sea más simple, cómoda e interesante (y no un futuro de color de rosa sacado de la ciencia ficción). Este mundo está cogiendo forma poco a poco y estoy convencido de que en este entorno más seguro que estamos ayudando a crear, las tecnologías no serán una fuente constante de amenaza, sino que nos ofrecerán muchas nuevas posibilidades, oportunidades y descubrimientos.

Bueno, aquí lo tenéis, este es el nuevo … ¿K? (¿Qué? ¿Ya no voy a poder utilizar la abreviatura KL que tanto me gustaba? Bueno, el progreso siempre requiere cierto sacrificio…)

 

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