Últimos arrestos a cibercriminales

Los criminales siguen con sus negocios ilegales y las fuerzas del orden siguen persiguiéndolos con éxito. Esto pasa todos los meses, por lo que aquí están los casos más interesantes de abril

Criminales

Es hora de comprobar que progreso han hecho las fuerzas de la policía y los expertos de seguridad para encontrar hackers y cibercriminales. Aquí están los principales casos de abril.

Hacker ruso se enfrenta a la extradición a EE.UU.

El hacker ruso Vladimir Drinkman, parte de un grupo de cibercriminales y detenido en los Países Bajos hace casi dos años, se enfrenta a solicitudes de extradición por parte de EE.UU. y Rusia. El ministerio de justicia local decidirá a cuál de los dos países será enviado el criminal en un futuro próximo, ya que Drinkman todavía puede apelar a esto. Aún así, parece que el hacker se enfrentará al menos a varios años de prisión. A Drinkman se le acusa de haber hackeado más de una docena de tiendas, procesadores de pagos y compañías financieras, de haber obtenido información de más de 160 millones tarjetas de crédito y de débito. Se cree que este caso es el mayor ataque financiero en los EE.UU. hasta el momento. Los investigadores dicen que la banda estaba cometiendo cibercrímenes al menos desde 2007, causando pérdidas a algunas de las compañías afectadas de más de 300 millones de dólares. Además de Drinkman, hay otras cuatro personas acusadas de conspiración de ataques informáticos: tres rusos y un ucraniano.

Ocho años de cárcel por usar troyano

Uno de los tribunales de Moscú condenó a dos jóvenes por usar el famoso troyano Carberp que les ayudó a robar dinero de cuentas bancarias. Ambos chicos estaban activamente difundiendo el malware y obteniendo acceso no autorizado a los ordenadores de usuarios y a sus cuentas bancarias online. Teniendo el control completo sobre el ordenador de la víctima, los impostores transferían el dinero de la cuenta del usuario a una cuenta de simulación, y luego retiraban dinero usando cajeros automáticos normales. Los estafadores hicieron esto durante al menos medio año, realizando hasta 90 transacciones y ganando, durante los tres meses antes de que fueran arrestados, una fortuna de alrededor de 3,6 millones de dólares, dinero procedente de las víctimas. Pero obviamente, ahora no tienen ninguna oportunidad de gastarse algo de eso: uno de los hermanos se enfrenta a 5 años en la cárcel y el otro pasará ocho años entre rejas. Es interesante que el más joven de los hermanos tiene, al parecer, unos antecedentes criminales importantes e incluso fue buscado por una orden de arresto internacional, siendo acusado de fraude de bienes inmuebles. La investigación fue iniciada por uno de los bancos más grandes de Rusia y fue realizada por la ciberpolicía rusa con la ayuda de expertos de los Países Bajos y de Canadá.

Los criminales siguen con sus negocios ilegales y las fuerzas del orden siguen persiguiéndolos con éxito. Aquí están los casos más interesantes de abril

El coordinador de Carder.su tiene cita con el tribunal

Carder.su, una de las empresas criminales más infames, cuyos participantes han sido buscados con vigor por la policía durante los últimos años, ha perdido a uno de sus principales coordinadores. En la primera mitad de abril, Cameron Harrison (también conocido como “Kilobit”) de Georgia, aceptó declararse culpable. Según los fiscales, Harrison se unió a la banda de Carder.se hace unos seis años y tuvo uno de los puestos más importantes desde entonces: robaba números de tarjetas de crédito y luego ayudaba a vender esta información a otros criminales. Aunque todas estas actividades dieron como resultado pérdidas de 50 millones de dólares a nivel mundial, las autoridades disolvieron el grupo Carder.su en 2012, acusando a 55 miembros de traficar y crear tarjetas de crédito robadas y falsificadas. Harrison tiene todas las probabilidades de ir a cárcel durante un tiempo estimado de hasta 20 años. Probablemente también tendrá que pagar la indemnización de los daños que causó a los clientes de varios sistemas de pago como Visa y MasterCard.

Usar ZeuS te hará perder

Nueve supuestos miembros de una empresa de crimen organizado que infectaron miles de ordenadores empresariales con un software malicioso conocido como ZeuS, han sido acusados en una imputación en el Tribunal de Distrito Estadounidense de Lincoln, Nebraska. Dos de ellos, ucranianos, Yuriy Konovalenko, 31, y Yevhen Kulibaba, 36, fueron acusados de conspiración por participar y cometer fraude informático y robo de identidad agravado y múltiples cargos de fraude bancario, y recientemente fueron extraditados a EE.UU. desde el Reino Unido. La investigación se realizó con la ayuda de la policía de Estados Unidos, Gran Bretaña, Países Bajos y Ucrania. Al parecer, los dos hombres estaban al cargo de una banda de “mulas de dinero”. Estas personas se usan como intermediarios, que obtienen dinero de las cuentas bancarias de las víctimas, y lo pasan a otras cuentas para que luego pueda ser retirado. Konovalenko y Kulibaba podrían cada uno enfrentarse hasta a 40 años de prisión. Las otras siete personas aún siguen en libertad, pero, obviamente, no por mucho tiempo.

Ocho años por usar un dispositivo KVM

Nueve miembros de una banda criminal fueron condenados a penas de prisión por robar 2,1 millones de dólares del banco Barclays usando un dispositivo KVM especial. Este tipo de hardware se usa para acceder a varios ordenadores remotos usando solo un teclado, un ratón y una pantalla. Según los fiscales, un switch KVM y un módem fueron implementados en el sistema informático del banco por uno de los estafadores, que estaba trabajando ahí como un técnico informático invitado. Como resultado, la banda tuvo acceso no solamente a los ordenadores usados por el banco, también a la red interna completa y a toda la información que se guardaba ahí. Todas las transferencias no autorizadas fueron realizadas desde un hotel cercano. Todo el dinero que la banda obtuvo lo gastaron en joyería de marca, relojes Rolex y otros artículos. Pero ahora todo lo que tiene es tiempo en la cárcel: cada miembro pasará entre 6 meses y 8 años en la cárcel.

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