¿Por cuánto se venden tus datos en la DarkWeb?

El doxing se produce cuando alguien comparte información privada sobre otra persona sin su consentimiento para avergonzarla o causarle algún daño.

selfie con tarjeta

Te has preguntado alguna vez cuántos datos has compartido en Internet. Asusta pensarlo, ¿verdad? Vivimos en una época en el que las barreras entre el mundo físico y virtual se han difuminado casi por completo y las acciones en cada uno de esos mundos tiene consecuencias en el otro.

Una de las áreas más afectadas es la comunicación y el intercambio de información personal, ya que los datos de cualquier usuario pueden ser utilizados en su contra.

Un ejemplo de ello son los ataques conocidos como doxing, una de las consecuencias más peligrosas a la hora de compartir datos personales en público, ya sea de forma voluntaria o involuntaria. Se trata de la recopilación de los datos públicos de una persona y su venta en la Darkweb.

La concienciación sobre los problemas de la privacidad está aumentando, sin embargo la mayoría de nosotros sólo tenemos una comprensión general de por qué es importante, de hecho, el 41% de los millenials españoles considera que es “demasiado aburrido” para ser víctima de la ciberdelincuencia.

¿Qué es el doxing?

El término doxing en su origen hacía referencia a quitarle el anonimato a una persona en Internet. Algo que tenía sentido en la antigua cultura de hackers, donde la gente operaba en las redes con un “nickname” (seudónimo de Internet). Pero el significado de este término ha evolucionado y se ha vuelto más amplio.

Ahora el doxing se produce cuando alguien comparte información privada sobre otra persona sin su consentimiento para avergonzarla, herirla o ponerla en peligro de alguna otra manera.

Por lo general, los usuarios no esperan que la información personal se filtre al dominio público y, si así sucede, no anticipan el daño que eso podría causar.

Sin embargo, como demuestra la práctica, con abusadores especialmente decididos o usuarios malintencionados, el doxing puede llegar hasta el punto de piratear las cuentas de la víctima, un servicio que se ofrece en los mercados negros hoy en día.

¿Por qué es peligroso el doxing?

La información en Internet puede propagarse con mucha rapidez y es casi imposible eliminarla una vez que se ha publicado. Esto hace que el doxing sea muy dañino.

La intención más común del doxing es generar estrés, miedo, vergüenza e indefensión. Si te encuentras en una discusión acalorada en Twitter y alguien publica tu dirección física e incita a que te lastimen, por supuesto que te generará ansiedad. Las amenazas también pueden dirigirse a tus familiares. Sin embargo, el verdadero daño ocurre cuando alguien decide llevar a cabo las amenazas, lo que significa que el doxing puede causarte daño físico, algo que pasa más seguido de lo que parece.

Además de publicar tu información en Internet a la vista de todos, los atacantes pueden compartirla de forma selectiva con tus familiares, amigos o empleadores, en especial si el contenido es vergonzoso. Esto puede dañar las relaciones entre la víctima y sus seres queridos, así como perjudicarla en sus aspiraciones laborales.

¿Cuánto valen mis datos en el mercado negro?

Nuestros investigadores han analizado ofertas activas en 10 foros y mercados internacionales de la Dark Web.

Algunos datos personales siguen teniendo la misma demanda que hace casi una década -principalmente datos de tarjetas de crédito, acceso a servicios bancarios y de pago electrónico- y sus respectivos precios no han variado en los últimos años.

Sin embargo, también han surgido nuevos tipos de datos. Ahora se incluyen historiales médicos personales y selfies con documentos de identificación personal, con un precio de hasta 60 dólares.

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¿Y qué van a hacer con mis datos?

Los datos vendidos en el mercado negro pueden ser utilizados para la extorsión, la ejecución de estafas y esquemas de phishing y el robo directo de dinero. Ciertos tipos de datos, como el acceso a cuentas personales o bases de datos de contraseñas, pueden ser usados no sólo para obtener beneficios económicos, sino también para dañar la reputación y suplantar la identidad.

“Internet nos ha dado la oportunidad de expresar nuestras individualidades y compartir nuestras historias y eso es fantástico. Sin embargo, es importante entender que estar y expresarse online no forma parte de la privacidad – más bien es como gritar en una calle llena de gente y nunca se sabe quién estará en desacuerdo y cómo puede reaccionar. Esto conlleva riesgos”, comenta Vladislav Tushkanov, experto en privacidad de Kaspersky.

“No significa que todos debamos borrar y cerrar nuestras cuentas en las redes sociales. Se trata de entender las posibles consecuencias y riesgos y estar preparados para ellos. La mejor forma de actuar cuando se trata de nuestros datos es: averiguar lo que saben, eliminar lo que se pueda y tomar el control de nuestra información disponible online. Es así de simple, pero requiere esfuerzo”.

Puedes acceder al informe completo Dox, roba, revela. ¿Dónde terminan tus datos personales? y aprender más sobre las prácticas de doxing y la utilización deshonesta de los datos, aquí.

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