Internet se ha convertido en un segundo hogar para la mayoría de los niños y adolescentes. Muchos obtienen su primer dispositivo en la escuela primaria o secundaria, y la educación moderna funciona básicamente gracias a la tecnología. Los ciberdelincuentes lo saben y pueden engañar a los niños para que revelen sus datos personales, enviarles enlaces dañinos, atraerles a chats peligrosos o incluso vaciar las cuentas bancarias de sus padres.
Por eso, la ciberseguridad debe formar parte de la vida cotidiana en casa. Nuestra guía para reducir el rastro digital de tus hijos te permitirá comprender bien los riesgos y crear un entorno seguro en línea. Al mismo tiempo, evitarás imponer prohibiciones tajantes o recibir quejas reticentes.
Con qué debemos tener cuidado
En primer lugar, identifiquemos los “puntos críticos” digitales en los que deberías enfocarte más como padre o madre:
- Chats grupales de escuelas o universidades en aplicaciones de mensajería que no sean seguras
- Chats de voz en videojuegos
- Información compartida en exceso en las plataformas sociales
- Búsquedas en la web y en redes sociales globales
- Uso de herramientas de IA y generación de contenido de forma segura
- Prácticas generales para un uso seguro de dispositivos y redes públicas
La mejor manera de proteger a tus hijos no se logra con controles estrictos, sino con conversaciones sinceras. Es cierto que puedes bloquear sitios web, establecer un horario límite para el uso del teléfono y vigilar a tus hijos cada vez que usan Gemini. Sin embargo, estarías corriendo el riesgo de perder su confianza: podrías terminar pareciendo un villano que obstaculiza su libertad. Las restricciones severas siempre terminan siendo una invitación para intentar eludirlas. Es mucho mejor fomentar la comprensión y explicar por qué existen las reglas en primer lugar.
A continuación, te ofrecemos algunos consejos prácticos para ayudar a tus hijos a mantenerse lejos de los problemas y controlar su rastro digital.
Ten cuidado con lo que publicas
Para la Generación Z y la Generación Alfa, compartir en redes sociales e Internet lo que hacen en su día a día se ha convertido en algo natural. Pero compartir información en exceso (es decir, mostrarse demasiado en la red) a menudo abre la puerta al hackeo a e incluso a otros riesgos fuera de Internet.
Recuérdales a tus hijos que nunca compartan su apellido, fecha de nacimiento, nombre de su escuela ni ciudad cuando se registren en algún servicio. Explícales cuál es el riesgo: los atacantes podrían usar esos datos para encontrarles y generar una falsa confianza, por ejemplo, llamándoles por su nombre y haciéndose pasar por un familiar de un compañero de clase.
Desactiva la geolocalización en las publicaciones y las historias de manera predeterminada. Si una publicación necesita cargarse con la ubicación, publícala solo cuando tus hijos ya no estén más en ese lugar.
También ten cuidado con los lugares a los que tus hijos asisten habitualmente y evita compartir si tienes planificado algún viaje. El mejor ejemplo es enseñarles a tus hijos a eliminar las geoetiquetas de las fotos que cargan en línea. En nuestra publicación Metadata: descubrimos lo oculto, explicamos por qué es importante y cómo implementarlo.
Otro tema tabú es compartir información personal y, en algunos casos, incluso los uniformes escolares. Si la escuela tiene un atuendo distintivo, las fotos o los vídeos de la ropa (ya sea deportiva o normal) pueden revelar demasiada información.
Recuerda la primera regla de Internet: lo que se publica en línea, se queda en línea. Todo lo que tus hijos publiquen puede tener consecuencias: pueden sufrir daños a su reputación o sus datos pueden caer en manos de estafadores. Si solo quieren compartir sus experiencias, sugiéreles que creen un blog. En este artículo, te explicamos cómo hacerlo de forma segura: Cómo ayudar a tus hijos a hacer blogs sin preocuparte por su seguridad.
Ten cuidado con los enlaces en los que haces clic
Probablemente, tú sabes lo que es el phishing. Pero es posible que tus hijos no lo sepan. Explícales que cualquier enlace que reciban se debe analizar con una herramienta antiphishing fiable para teléfonos inteligentes y ordenadores.
Las promociones que son demasiado buenas para ser verdad, los premios sorpresa y otras "ofertas increíbles" siempre deben levantar sospechas, y tus hijos deben mostrártelas antes de hacer clic en el enlace. Hemos tratado en detalle las estafas de phishing, por ejemplo, en nuestra publicación Cómo atacan los estafadores a los jugadores jóvenes. Usa los ejemplos que allí se incluyen para mostrarles a tus hijos lo que puede suceder si no se comprueban los enlaces.
Ten cuidado con las personas con las que juegas en línea
Al estar absortos en un juego multijugador con chat de voz, es posible que los adolescentes suelten demasiado la lengua. El mundo de los videojuegos se ha convertido en un espacio ideal para el grooming, es decir, cuando los adultos se ganan la confianza de los adolescentes con fines perjudiciales. Por lo tanto, establece límites claros con tus hijos: el chat de voz debe limitarse exclusivamente al juego. Si alguien intenta desviar la conversación hacia temas personales, lo más seguro es poner fin a la conversación y, si persiste, bloquearle.
Evita las redes Wi-Fi públicas
Explícales a tus hijos que el uso de redes Wi-Fi públicas es inseguro por naturaleza: los atacantes pueden interceptar fácilmente los nombres de usuario, contraseñas, mensajes y otros datos confidenciales. Siempre que sea posible, es mejor usar datos móviles. Si conectarse a una red Wi-Fi no segura es la única forma de mantenerse en línea, protege la conexión con un servicio de VPN de confianza. De esta manera, los datos de tus hijos no se filtrarán.
Presta atención a tus descargas
Los teléfonos inteligentes Android son objetivos tentadores para todo tipo de estafadores. Aunque también existen aplicaciones maliciosas para iPhone, sigue siendo más fácil infiltrarse en Android. Enséñales a tus hijos que los archivos maliciosos pueden adoptar muchas formas. Pueden llegar a través de servicios de mensajería o correos electrónicos camuflados como fotos o documentos, incluso algunos reenvíos de "tareas escolares", y también pueden ocultarse detrás de los enlaces de sus canales favoritos de Discord. De manera predeterminada, todos los archivos adjuntos se deben tratar con precaución y se deben analizar automáticamente con un antivirus fiable.
Usa la IA con prudencia y con la cabeza
El uso sin supervisión de los chatbots no es solo una cuestión ética o psicológica, sino también un riesgo para la seguridad. Recientemente, Google indexó decenas de miles de conversaciones de ChatGPT y las hizo accesibles en toda la red.
Explícales a tus hijos que no deben tratar a la IA como a su mejor amigo al que le cuentan sus secretos. Las herramientas de IA suelen recolectar grandes cantidades de datos personales: eso incluye todo lo que tus hijos escriben, preguntan o cargan al chat. Aclárales que tampoco deben compartir con la IA su nombre real, información sobre su escuela, fotos o datos privados.
Y haz hincapié en que los chatbots son herramientas y ayudantes, no "magos" que pueden reemplazar su pensamiento propio. Explícales que la IA no puede pensar, por lo que siempre se debe verificar cualquier "información" que ofrezca.
Aprovecha los filtros de contenido y los controles parentales
Lo primero que tienes que hacer es activar los controles parentales en todos los dispositivos que usan tus hijos: teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores e incluso televisores inteligentes. La mayoría de los sistemas operativos cuentan con funciones integradas para bloquear sitios web explícitos, restringir ciertas aplicaciones y filtrar los resultados de búsqueda.
En las plataformas de streaming, activa el modo "Restringido" o "Niños" e impide el acceso a contenidos para adultos. Para un control más preciso, la mejor opción es Kaspersky Safe Kids, que filtra el contenido en tiempo real, te permite establecer límites de tiempo frente a la pantalla y supervisa las aplicaciones instaladas. Detecta y bloquea el contenido no deseado que los filtros estándar pueden pasar por alto, especialmente en los navegadores, e incluso muestra la ubicación física de tus hijos y el nivel de batería del teléfono.
Tómate el tiempo para acompañar tus hijos
Tú eres el filtro más efectivo para cuidar a tus hijos. Dedica tiempo a ver programas, navegar por Internet y jugar con tu hijo. De esta manera, podrás comprender mejor lo que ocurre en su vida y crear un espacio para hablar sobre valores, sentimientos y situaciones de la vida real.
Para minimizar aún más el rastro digital de tus hijos y reducir los riesgos de ciberataques y ciberacoso, usa los siguientes recursos:
- Contraseñas únicas y una herramienta práctica para administrarlas.
- Un ecosistema digital para proteger a toda tu familia que esté basado en Kaspersky Premium.
- Un paquete de control parental con todas las funciones: Kaspersky Safe Kids. Por cierto, Kaspersky Premium incluye una suscripción gratuita de un año a Kaspersky Safe Kids.
Para obtener más consejos sobre cómo proteger a tus hijos en línea, explora nuestro artículo Mochila digital: una guía para padres en el nuevo curso escolar.
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