Cómo esconderse de las cámaras de vigilancia: el pasado y el futuro

Los algoritmos de reconocimiento facial pueden seguir tus movimientos con una precisión increíble. Pero si sabes cómo funcionan, puedes engañarlos.

Hoy en día, las cámaras de vigilancia se encuentran en todos lados: al aire libre y de puertas para dentro, en aeropuertos, estaciones de tren, oficinas y tiendas. No puedes escapar de esos ojos que lo ven todo, incluso en la naturaleza, haciendo que la exquisita imaginación de George Orwell se enfrentara a su propia realidad.

Para la mayoría de sistemas de monitoreo, el vídeo se graba en ciclos “por si acaso”; y no llega a mucho más. Últimamente es más frecuente el envío de estos vídeos a varios sistemas de análisis de datos, por lo tanto, podría ser utilizado para seguir a personas específicas.

Ni decir tiene que este Gran Hermano puede violar nuestra privacidad. Puedes aceptar esta conducta perversa proveniente del gobierno ya que están aquí como si mantuvieran el orden. A día de hoy, los sistemas biométricos intentan utilizar negocios comunes que actúan en contra de nuestros bolsillos y nuestro derecho a la vida privada. Y esa es otra historia.

Por ejemplo, estás comprando un abrigo de invierno. Al mismo tiempo, el sistema de vigilancia de la tienda te escanea y compara con fotos de ladrones conocidos y añade un registro a tu perfil de comprador.

Por otro lado, imagínate que visitas a un vendedor de coches para ver nuevos modelos. Al entrar, inmediatamente encuentra tu nombre y todo lo que hay que saber sobre ti, incluyendo el hecho de que no puedes permitirte comprar un coche.

No te salvas incluso dentro de las iglesias. Los sistemas de reconocimiento facial ya son utilizados para descubrir quiénes suelen ir a misa: resulta que es más prometedor pedirles donaciones a ellos.

¿No es genial? No realmente, pero no tiene nada de delictivo.

¿Qué dirías si cada detalle de tu vida privada, recopilada por diferentes empresas, saliera a la luz algún día en Internet? A diferencia de la historia del hackeo de la página de Ashley Madison, no habría duda de que eres tú- aquí están tus fotos y vídeos más relevantes.

Las leyes de la mayoría de países aún no prohiben por completo el uso del reconocimiento facial para propósitos comerciales, como tampoco está prohibido, por ejemplo, hacer fotos de gente por la calle. No es sorprendente que más y más gente se pregunte cómo esconderse del ojo que todo lo ve, viviendo en estas condiciones.

Para entender cómo se puede hacer mejor, vamos a dedicar un par de palabras a los métodos de análisis de imagen contemporánea. Bajo ciertas condiciones, es posible destacar dos enfoques comunes.

Puedo ver tu cara por favor

El primer enfoque está basado en la comparación de algunos marcadores que son aplicables a una foto y a una base de datos pre-establecida. Los marcadores pueden ser la distancia entre los ojos, los resultados de la medida de la nariz, las evaluaciones de la forma del labio, y demás.

Este enfoque es similar a identificar a una persona por sus huellas digitales. La muestra de huellas debería ser tomada antes y almacenada en una base de datos. Después de esto, comparamos hasta qué punto las líneas papilares de una persona desconocida, coinciden con una de las muestras. Por lo tanto, el pre-requisito para el reconocimiento facial es una imagen adecuada (cara completa e incluso con buena iluminación) de la persona correcta.

¿Dónde se pueden obtener estas fotos? Las fuentes pueden ser diferentes. Tal vez será un requerimiento ver a la cámara al solicitar una tarjeta de descuento, o tal vez alguien escaneará algunos documentos con tu foto.

Es relativamente fácil engañar al sistema clásico de reconocimiento facial. La manera más fácil es agachar un poco la cabeza y no mirar hacia la cámara. La mayoría de marcadores solo pueden ser medidos desde cierto ángulo de cara completa para que la foto en otro ángulo no registre los datos requeridos. Si te pones una gorra de beisbol, entonces las cámaras localizadas arriba (normalmente están instaladas a suficiente altura) son inútiles.

Algunos expertos aconsejan hacer muecas al pasar frente a las cámaras. Tal vez funcione bien, pero llama mucho la atención. Un par de gafas oscuras es lo que necesitas.

La ventaja de las gafas de sol es que cubren tus ojos, los cuales están en una de las áreas más utilizadas en los sistemas de reconocimiento facial. Las gafas transparentes comunes de dioptría no distorsionan los detalles de la imagen, y los algoritmos avanzados pueden enfrentar esto fácilmente. Sin embargo, las gafas grandes y oscuras son un reto serio para los sistemas clásicos. También los modelos con efecto espejo que reflejan la luz a la cámara, bloqueándoles la imagen.

Y cómo te ves esta noche…

El segundo acercamiento al reconocimiento humano que se está desarrollando actualmente, por ejemplo con Facebook y Google, funciona de manera diferente. Está basado en algoritmos de máquina de aprendizaje y la carga y descarga de muestra de datos automática para compararlo con todas las fuentes disponibles on-line.

Esto es algo mucho más flexibe y mucho más difícil de engañar. Incluso una máscara de gas que cubra tu cara, no garantiza que permanezcas de incógnito, ya que los sistemas similares no requieren de marcadores estríctamente pre-establecidos.

Pueden utilizar cualquier dato disponible para el reconocimiento: la forma de tu pierna o tu calva, tu tatuaje, tu barba, tu ropa, etc. Un desarrollo experimental hecho por Facebook puede identificar a una persona desde cualquier ángulo con un 83% de precisión tomando un número suficiente de imágenes.

La clave aquí es tener una cantidad suficiente de fotos para comparar. En el otro extremo, si hubiera una sola imagen, incluso una de alta calidad, la posibilidad de hacer un reconocimiento con éxito, se desploma. Es por esto que las tecnologías de Big Data y los algoritmos de búsqueda rápida por Internet, están a la vanguardia.

Y esto es lo difícil: ¿deberíamos publicar fotos de nosotros mismos online? Podemos entender el hecho de que los usuarios de Facebook o Google las utilicen para sus propios objetivos, ya que no te puedes esconder en ningún lado de los “Grandes Hermanos de Internet”. Aun así, nada detiene a ninguna empresa de indagar los datos online requeridos mientras sean de acceso libre.

Asumamos que tu página de Facebook está configurada con acceso a “Solo Amigos”. ¿Qué hay de las fotos publicadas por otras donde sales tú? ¿Qué hay de tu foto de perfil en LinkedIn? Es muy difícil bloquear todas las fuentes de acceso, incluso absteniéndote por completo a las redes sociales.

La solución a esto aún no es clara. Probablemente, podría haber una regulación de biométricas del mercado más estrictas por parte del gobierno, y una actitud más consciente de la sociedad.

Así que, es hora de que nos acostumbremos al hecho de que nuestras fotos personales son casi igual de privadas que el escaneo de nuestro documento de identificación o tarjeta de crédito. No es recomendable en absoluto alardear por donde vas.

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