El AirTag como medio de acoso y cómo protegerte

El año pasado salieron a la luz una serie de casos en los que los delincuentes usaban un AirTag para acosar a las víctimas. Te explicamos cómo funciona y cómo protegerte.

El AirTag de Apple solo lleva en el mercado desde la primavera pasada, pero ya se ha ganado una mala reputación por ser una forma de facilitar la actividad delictiva y rastrear a las personas sin su permiso. En este artículo, analizamos de cerca cómo funciona y por qué puede ser peligroso. También te contamos cómo protegerte del rastreo con AirTag y de otros tipos de ciberacoso.

Cómo funcionan el AirTag

Apple presentó AirTag en abril del 2021 como un dispositivo que ayuda a buscar objetos fáciles de perder. Dentro del AirTag hay una placa con un módulo inalámbrico, junto con una batería reemplazable y un altavoz que en realidad es bastante grande, y esa es realmente la mayor parte del dispositivo.

Así es cómo funciona el AirTag en la situación más simple: lo usas de llavero y, si un día llegas tarde al trabajo y no encuentras las llaves por casa, puedes activar el modo de búsqueda en tu iPhone. Utilizando la tecnología de banda ultraancha (UWB por sus siglas en inglés), el teléfono te dirigirá hacia el AirTag con una serie de indicaciones útiles como “caliente” o “frío”.

En una situación más complicada, imagínate que colocas el AirTag en tu mochila y un día sales corriendo del metro tan rápido que te la dejas por accidente. Como tanto tú como tu iPhone ya estáis lejos de la mochila cuando te das cuenta de que la has perdido, la tecnología UWB no te ayudará. Ahora cualquiera que tenga un dispositivo Apple relativamente moderno (iPhone 7 y posterior) puede entrar en el juego. Usando Bluetooth, detectan el AirTag cercano y transmiten coordenadas aproximadas o específicas a tu cuenta de Apple. Ahora puedes usar el servicio “Buscar mi __” de Apple para ver dónde ha terminado tu mochila, como en la oficina de objetos perdidos o con un nuevo propietario. La clave es que todo esto sucede automáticamente; ni siquiera necesitas instalar nada. Todo lo que el sistema de búsqueda de AirTag necesita para funcionar ya está integrado en el iOS de cientos de millones de usuarios.

Pero teniendo en cuenta que el Bluetooth tiene un rango de distancia máximo de solo unas pocas decenas de metros, esto funciona solo en las grandes ciudades, donde hay mucha gente con iPhone. Si tu mochila termina en un pueblo pequeño donde todos los residentes usan smartphones con Android (o incluso los últimos teléfonos con botones que apenas se conectan a Internet), será todo un desafío dar con la ubicación del AirTag. En este caso se activa un tercer mecanismo de detección: si pasan unas horas y el AirTag no ha tenido conexión con ningún iPhone, el altavoz integrado empieza a reproducir un sonido. Si la persona que encuentra el artículo descubre cómo conectar su teléfono inteligente con NFC al AirTag, este le dirá el número de teléfono del propietario del artículo.

El AirTags y los negocios turbios

En teoría, el AirTag resulta útil y, a 35 € por uno o 119 € por el pack de cuatro, es un accesorio relativamente económico para el seguimiento diario de objetos fáciles de perder. Su tecnología puede ayudarte a encontrar tus llaves perdidas o una mochila que hayas olvidado. Un ejemplo de una aplicación útil de esta herramienta que ha sido ampliamente discutido durante el último año es pegar un AirTag en una maleta antes de subir a un avión. En varias ocasiones, los viajeros han podido localizar su equipaje perdido más rápido que los empleados de la aerolínea.

Pero en la práctica, justo después de que el dispositivo saliera a la venta, comenzaron a surgir noticias sobre cómo la gente lo usaba de forma que no era del todo legal e, incluso, de actividades delictivas manifiestas. Estos son los principales ejemplos:

  • Un activista alemán descubrió la ubicación de una agencia estatal de alto secreto después de enviarle un sobre que contenía un AirTag. Mucha gente usa esta táctica, que es más o menos legal según las leyes del país, para rastrear las rutas reales de la entrega de correo, por ejemplo. Pero también es posible usar un AirTag como lo hizo el activista alemán: si alguien usa un apartado de correos para recibir su correspondencia y mantener en privado su dirección real, si recibe una carta con un AirTag, este revelará el lugar real de residencia.
  • Y hablando más en serio, en diciembre del 2021, la policía canadiense investigó varios incidentes en los que los delincuentes usaban dispositivos AirTag para robar coches. Ponían un AirTag en un coche aparcado en un estacionamiento público, lo usaban para averiguar dónde vivía el dueño y luego, por la noche, robaban el automóvil mientras estaba estacionado en su barrio, lejos de la mirada de posibles testigos.
  • Por último, hay muchos testimonios que afirman el uso de AirTag en situaciones de acoso a mujeres. En este caso, los delincuentes pegan un AirTag en el coche de la mujer o lo dejan caer en su bolso y luego averiguan dónde vive y su ruta de viaje habitual. AirTag contiene protección contra este tipo de acoso: si el dispositivo percibe que se mueve constantemente estando alejado del iPhone al que está vinculado, el altavoz incorporado comienza a emitir un pitido. Sin embargo, los expertos no tardaron mucho en darse cuenta de que había una solución alternativa: recientemente comenzaron a aparecer en el mercado AirTags modificados con el pitido desactivado.

Pero esta no es ni de lejos la situación más aterradora. En teoría, se puede hackear el AirTag y modificar su comportamiento en el software. Ya se han dado pasos claros en esta dirección: por ejemplo, en mayo del año pasado, un investigador logró acceder con éxito al firmware protegido del dispositivo. Esto acabará siendo más peligroso para Apple y sus usuarios si alguien logra explotar la red de cientos de millones de iPhone para rastrear personas ilegalmente sin el conocimiento del fabricante, los propietarios de los teléfonos que forman parte de una operación de búsqueda y las víctimas.

Entonces, ¿son peligrosos los AirTags?

La situación más aterradora aún no ha sucedido y es poco probable que suceda; después de todo, Apple se preocupa por la seguridad de su propia infraestructura. También debes tener en cuenta que existen otros dispositivos similares a los AirTags, de hecho, ya hace más de una década que existen varios dispositivos de seguimiento legales e ilegales.

Además, incluso las etiquetas para consumidores con una funcionalidad similar al AirTag llevan en el mercado mucho tiempo. Tile lanzó sus etiquetas en el 2013 y también ofrecen formas de búsqueda de objetos perdidos a gran distancia aplicando el mismo principio que el AirTag. Por supuesto, esta empresa probablemente no podrá lograr la “cobertura” de cientos de millones de iPhone. Además, dispositivos como estos cuestan dinero, a veces mucho, y son relativamente fáciles de detectar.

En el caso del AirTag, debe estar conectado a una cuenta de Apple, que es difícil de crear de forma anónima sin proporcionar un nombre real y, por lo general, un número de tarjeta de crédito. Si la policía denuncia un caso de seguimiento ilegal, Apple entrega estos datos; es cierto que debe convencer a la policía para que solicite dichos datos y, según los testimonios de las víctimas en diferentes países, esto no siempre sucede.

Por último, podemos decir que nos encontramos ante la misma historia de siempre: el AirTag es una tecnología útil que los delincuentes también pueden usar con fines maliciosos. Apple no ha inventado el ciberacoso, pero sí ha ideado una tecnología que permite a las personas practicar el acoso ilegal. Eso significa que es responsabilidad de la empresa dificultar que estas personas usen el dispositivo con fines cuestionables.

De nuevo, el ecosistema cerrado del software y los dispositivos de Apple han sido objeto de críticas. Si tienes un iPhone y alguien ha metido un AirTag en tu bolso, tu teléfono te lo notificará. Pero ¿y si no tienes un iPhone? De momento, Apple ha desarrollado una solución provisional y ha lanzado una aplicación para smartphones con Android que debes instalar para detectar el seguimiento. La conclusión es que Apple ha creado un problema para todos, pero ha ofrecido una solución simple exclusivamente a sus propios clientes. Los demás deberán adaptarse de alguna manera.

Este mes Apple ha intentado responder a la avalancha de críticas emitiendo un largo comunicado. En él, reconoce que antes de lanzar AirTag no había imaginado todas las formas de usarlo, ya sea de manera legal o ilegal. Además, se compromete a recordar a los compradores de AirTag de una forma más explícita que estos dispositivos no deben usarse para rastrear personas. También tiene planeado aumentar el volumen del pitido que te ayuda a encontrar un AirTag que alguien haya colocado entre tus pertenencias. Pero, aunque se agradece el gesto, no resuelve todos los problemas. Esperamos que, con el tiempo, Apple pueda separar claramente los usos legales e ilegales del AirTag.

El stalkerware

En conclusión, debemos mencionar que el uso de software para la vigilancia es mucho más peligroso y común en la vida real que el AirTag. Además, este dispositivo de Apple no es económico, hay que vincularlo a una cuenta real y el fabricante está poniendo muy difícil el hecho de que el delincuente pueda ocultarlo a la víctima.

Por otro lado, los desarrolladores de aplicaciones de spyware y stalkerware están haciendo todo lo posible para hacerlo lo más indetectable posible. Además de rastrear la ubicación, las aplicaciones de rastreo conceden al espía muchas otras opciones. En concreto, permiten el acceso a los documentos, fotos y mensajes de la víctima, lo que puede ser incluso más peligroso que la geolocalización. Entonces, si te preocupa que te rastreen, lo primero que debes hacer es proteger tu smartphone: es el objetivo más obvio.

Luego puedes buscar algún AirTag desconocido. Si usas un iPhone, te notificará bastante rápido de la etiqueta intrusa. Si, de lo contrario, tienes un Android y quieres protegerte del rastreo con un AirTag, instala la aplicación Apple Tracker Detect.

 

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