5 consejos para no arruinar una videoconferencia

Falta un minuto para la teleconferencia, tu gato ha mordisqueado el cable de los auriculares y ni Skype ni Zoom se conectan. Prepárate con anticipación para una teleconferencia; te explicamos cómo.

La pandemia actual ha convertido las videoconferencias en una herramienta esencial para la comunicación personal y laboral. Te explicamos cómo no meter la pata frente al jefe o, peor aún, frente a tu suegra.

Por extraño que parezca, la elección de la aplicación es lo más importante. La mayoría de los servicios proporcionan características similares y, a menos que tengas requisitos especiales, puedes utilizar la que ya viene en tu equipo o la que la mayoría de los participantes use.

La mayoría de las empresas tienen sus propios estándares de teleconferencia y suelen utilizar una plataforma en concreto, ya sea Skype, Google Hangouts, Zoom o Microsoft Teams. En cuanto a la suegra, es probable que la opción sea más simple. Dicho esto, vayamos al grano: qué cosas debes considerar para que tus llamadas sean lo más ágiles posibles.

1. Prepárate con anticipación para la videoconferencia

No te conectes en el último segundo, ya que podrías descubrir que tu gato ha mordido el cable de los auriculares y que la cámara necesita actualizar el driver para funcionar. Accede a tu cuenta de antemano y comprueba que todo funcione bien, de esta forma, si te encuentras con algún problema, podrás resolverlo con tranquilidad. Y si estás usando un portátil o smartphone, no está de más que revises que la batería está cargada antes de que empiece la llamada.

2. Lo primero: silenciar el micrófono

Acuérdate de silenciar el micrófono cuando no estés hablando. El ruido de fondo puede entorpecer la concentración, además, tus colegas no tienen por qué escuchar a tu gato, el experto en tecnología, regurgitar el cable de los auriculares.

3. Asegúrate de tener una velocidad de conexión decente

A veces olvidamos la cantidad de dispositivos domésticos que están conectados a Internet y que, con lo cual, consumen ancho de banda. Por lo que nos sorprendemos cuando, en un momento crucial, el sonido se corta y la imagen se pixela.

Antes de empezar una videoconferencia importante, asegúrate de no competir con nadie por el ancho de banda. Los dibujos en 4K que ve tu hijo en la tablet, las actualizaciones de Windows y las descargas de videojuegos pueden esperar hasta que la llamada termine.

La conexión mediante cable Ethernet generalmente es superior a la señal de wifi, sobre todo si hay algunas paredes de por medio entre tú y el router, y el ambiente está saturado de las redes de los vecinos (quienes de repente también están recibiendo importantes videollamadas, jugando videojuegos online y viendo videos en 4K durante todo el día).

4. Conoce los ajustes y las funciones

Si no estás familiarizado con la aplicación que vas a usar para llamar y debes organizar una conferencia, invierte algo de tiempo en estudiar los ajustes de la aplicación. En Zoom, por ejemplo, la configuración predeterminada permite que todos los participantes compartan pantalla sin el permiso previo del organizador. En seminarios web públicos, esto puede ocasionar accidentes (o bromas) como la visualización colectiva de pornografía.

Si no quieres que tu teleconferencia se vea interrumpida de esa forma, avergonzándote y obligándote a ofrecer disculpas, desactiva este modo de expresión creativa.

5. Un aspecto presentable

Un ambiente doméstico relajado puede ser un cambio placentero, pero no exageres. Cuando hagas videoconferencia, asegúrate de llevar un atuendo decente (también de cintura para abajo, por si acaso). No te recuestes sobre el sofá durante una reunión seria, no juegues de fondo ni practiques con tu guitarra mientras habla el resto de tus colegas. Para no cometer errores, simplemente compórtate y muéstrate como lo harías en una reunión cara a cara.

Por cierto, la tecnología actual puede ayudarte: algunos servicios de videoconferencia te permiten ocultar un entorno poco halagador rodeándote con un fondo virtual. Por ejemplo, Skype y Teams pueden difuminar el fondo y Zoom va un paso más allá y te sitúa en un entorno idílico, como cataratas, glaciares o incluso una aurora boreal.

Pero debes tener en cuenta dos cosas: (a) esto puede afectar a la velocidad, sobre todo si tu ordenador no es muy potente; y (b) la tecnología tiene sus límites. Puede intentar ocultar a tu gato muerdecables, por supuesto, pero el resultado puede ser un poco extraño. Por tanto, nuestro consejo es que experimentes con las diversas configuraciones y opciones, pero no 2 minutos antes de que comience la llamada, sino una hora o incluso un día antes. Así sabrás cómo se verá todo y evitarás momentos escalofriantes.

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