Los semáforos son muy fáciles de hackear

Según los investigadores, hackear el sistema de semáforos de una ciudad es extremadamente sencillo.

¿Has pensado alguna vez en lo fácil que sería llegar por las mañanas al trabajo si todos los semáforos estuvieran en verde? Si eres un hacker con conocimientos básicos de programación, podrías convertir ese sueño en realidad.

Investigadores de la Universidad de Michigan han encontrado varios fallos en los sistemas de control de los semáforos, haciéndolos enormemente vulnerables a un ataque. Estas vulnerabilidades incluyen la utilización de señales inalámbricas no codificadas para controlar la sincronización de las luces de los semáforos, la utilización de nombres de usuario y contraseñas por defecto en las cuentas que controlan estos sistemas y el uso de un dispositivo vulnerable llamado “control de tráfico”, que controla las luces de los semáforos para los coches y para los peatones.

Los investigadores fueron capaces de hackear el sistema de control de tráfico de una ciudad entera (de la cual no dieron el nombre) del estado de Michigan, utilizando sólo un ordenador.

Estos sistemas son tan vulnerables que los investigadores de Michigan fueron capaces de hackear el sistema de control de semáforos de un pueblo (del cual no dieron nombre), utilizando sólo un ordenador con una tarjeta wireless que operaba en la misma frecuencia que los semáforos. Una vez dentro del sistema, los investigadores utilizaron una línea de comandos simples para cambiar la programación de los semáforos y ponerlos todos en rojo o todos en verde, según el camino que escogieran (no te preocupes, los investigadores tenían el permiso de las autoridades locales para hacerlo). No obstante, estos investigadores fueron incapaces de poner todos los semáforos en verde en una intersección concreta dado que, aparentemente, es necesario acceder físicamente a las cabinas de control donde se encuentran los interruptores a prueba de errores.

Aunque esta noticia no genera el mismo nivel de preocupación que los ataques a infraestructuras críticas como el sistema eléctrico (uno de los factores que llevarían a una guerra cibernética), sería más tranquilizador pensar que hace falta algo más que un hacker amateur, como el personaje de la película “The Italian Job”, para controlar el tráfico.

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