Altavoces inteligentes, robots de cocina, luces conectadas y un sinfín de dispositivos que antes eran ciencia ficción ahora forman parte de la vida cotidiana. Se espera que en 2028 más de un tercio de los hogares del mundo estén automatizados, con sistemas inteligentes conectados a la red. Pero esta comodidad tiene un precio: si no se protegen adecuadamente, todos estos dispositivos pueden abrir una puerta a los ciberdelincuentes. En este contexto, los analistas de Kaspersky han estudiado los riesgos asociados al hogar conectado y ofrece recomendaciones para proteger la privacidad y seguridad digital de las familias.
Los hogares inteligentes prometen comodidad, eficiencia y personalización. Basta con un comando de voz para encender luces, regular la temperatura o incluso preparar el café. Todo ello es posible gracias a una red de dispositivos interconectados; cámaras, sensores, electrodomésticos, asistentes virtuales, que actúan de forma coordinada y, en muchos casos, automática. La clave de su funcionamiento está en la conexión constante a Internet y el acceso remoto a través de apps, portales o asistentes por voz.
Sin embargo, esa misma conectividad que hace todo más fácil también los convierte en objetivos potenciales. La conexión a la red Wi-Fi del hogar y el uso de cuentas personales para controlar los dispositivos abren una vía de entrada para posibles ciberataques. En los últimos años ya se han detectado casos de hackeos a dispositivos como aspiradores inteligentes, que eran utilizados para espiar a sus propietarios o emitir ruidos molestos sin control. Incluso colchones inteligentes o neveras conectadas pueden representar una amenaza si no se gestionan correctamente.
“La idea de que un electrodoméstico pueda recopilar datos sobre nosotros, grabar sonidos o incluso imágenes sin consentimiento puede parecer sacada de una película de ciencia ficción, pero la realidad es que muchos de estos dispositivos tienen sensores, micrófonos y cámaras activos por defecto. El problema no es la tecnología en sí, sino la falta de conciencia sobre los riesgos y las medidas básicas de seguridad que debemos aplicar para convivir con estos aparatos de forma segura”, explica Marc Rivero, experto en ciberseguridad de Kaspersky.
Frente a esta situación, los analistas de Kaspersky insisten en que no se trata de renunciar a la domótica, sino de aprender a convivir con ella de forma segura. Los ciberataques a hogares inteligentes todavía no son masivos, pero su crecimiento es evidente, y prevenir es fundamental.
Para ayudar a los usuarios a proteger su casa, los expertos de Kaspersky recomiendan:
Asegurar la red Wi-Fi doméstica. Cambia las contraseñas por defecto del router por claves robustas y únicas. Aquí hay algunos consejos sobre cómo crear contraseñas seguras.
Supervisar los dispositivos conectados. Revisar regularmente qué aparatos están conectados a tu red. Herramientas como Kaspersky Premium te alertan de accesos sospechosos o vulnerabilidades.
Observar el comportamiento de los dispositivos. Si notas que un dispositivo actúa de forma extraña, puede ser señal de que ha sido comprometido. Desconéctalo, cambia las contraseñas asociadas y revisa el tráfico de red.
Revisar y ajusta la configuración de privacidad. Desactiva funciones que no uses, como micrófonos o cámaras. Cuantas menos puertas abiertas, menor es el riesgo.
Elegir con criterio qué dispositivos comprar. No todo lo “smart” es necesario. Cada nuevo aparato es una posible vía de ataque. Apuesta por marcas que prioricen la seguridad desde el diseño (Secure by Design).