Cómo sobrevivir a la enseñanza a distancia

Cómo mantenerse productivo mientras se estudia a distancia.

Desde la pasada primavera del 2020, el teletrabajo y la enseñanza a distancia han formado parte de nuestra realidad y parece que han llegado para quedarse. Los estudiantes universitarios que se inscribieron después del 2019 se perdieron gran parte de la experiencia. Pero, a pesar de las carencias obvias, la enseñanza a distancia ofrece una serie de beneficios igual de importantes: más tiempo de sueño, mejor dieta y la capacidad de mezclar el trabajo y el estudio de una forma más eficiente. Te contamos cómo aprovechar las ventajas de la enseñanza a distancia y minimizar sus desventajas.

1. Establece unos límites

Lo primero que emocionó a todos mis conocidos cuando empezó la enseñanza a distancia fue la posibilidad de trabajar y estudiar sin salir de la cama. Entre otras cosas, las clases mañaneras ya no iban a resultar tan terribles. Sin embargo, esta ilusión se evaporó muy rápido.

El concepto de estudiar sin tener que salir de la cama no resultó tan genial en la práctica como yo esperaba. Después de unas semanas en una atmósfera relajada, me di cuenta de que el límite entre el estudio y la diversión desapareció, y comencé a despertarme por las noches pensando en fechas de entrega inminentes.

Todos necesitamos un entorno adecuado a nuestras actividades; para el estudio, yo recomiendo encarecidamente crear un espacio en el que puedas centrarte, escuchar, conversar, leer y trabajar. Si vas a estudiar o trabajar en casa, marca una línea clara entre los espacios de estudio y los de ocio y realiza tus actividades en las áreas correspondientes.

También puede ayudar mantener algunas rutinas de la antigua normalidad: levantarse pronto, cambiarse de ropa, peinarse, desayunar, etc. Es decir, hacer lo que hacías cuando ibas de forma presencial.

2. Duerme y come

Al hacer la transición a la educación online, es fácil caer en los extremos. Mi problema fue que me centré demasiado en los estudios, pero también hay muchos ejemplos opuestos en donde las clases pasan a un segundo plano frente a las redes sociales, los programas de televisión y los videojuegos. Aunque pueda parecer extraño, estos mismos consejos se aplican en ambos casos.

En primer lugar, debes mejorar tus horas de sueño. En entornos tradicionales de estudio, dedicamos mucho tiempo al traslado y a la preparación de todo aquello que tenemos que llevar con nosotros, pero no sucede lo mismo con el aprendizaje remoto; por lo que este nuevo tiempo disponible podría destinarse a dormir lo suficiente.

Otro paso importante es evaluar y mejorar los hábitos alimenticios. Por ejemplo, podrías asegurarte de desayunar, comer y cenar a la misma hora todos los días o, tal vez, dedicarle más tiempo a la preparación de comidas más saludables. Con la enseñanza a distancia, puedes comer cuando quieras, no solo cuando el horario de las clases lo indiquen, lo que te permite gastar menos en comidas y comer mejor al mismo tiempo.

Tampoco es buena idea descuidar el ocio. Aunque las fechas de entrega y las tareas nunca terminen, todos necesitamos sacar hueco para los amigos, las películas y los programas de TV o, simplemente, para divertirnos. Los descansos nos ayudan a aprender de una forma más productiva y ver los problemas desde una nueva perspectiva.

3. No te olvides de moverte

Mantenerse activo es absolutamente esencial para una buena salud. Si tienes que pasar la mayor parte de tu tiempo sentado en casa, trata de encontrar unos 20 o 30 minutos al día para moverte entre o después de las clases. Seguro que notas la diferencia en tu calidad de vida.

Incluso podrías utilizar una aplicación, si te resulta útil. Busca planes de entrenamiento u otra actividad que sean realistas pero desafiantes y con una variedad que te atraiga: con o sin equipo, funcional, cardiovascular, yoga, lento, rápido, intenso o de baja intensidad. Tampoco está demás salir a tomar el aire entre las clases.

4. Prepárate para las videollamadas

La enseñanza a distancia ha forzado la entrada de todos los estudiantes y educadores a un mundo nuevo de Zoom, Teams, Skype, Discord y muchas otras herramientas de comunicación online. Lo más probable es que hoy ya estemos acostumbrados, pero, a más de un año de la pandemia, no parecen cesar los incidentes graciosos y vergonzosos.

Por ejemplo, este pasado septiembre toda mi clase se enteró de que el amigo de un compañero había llegado a su primer millón de visitas en TikTok. ¡Siempre comprueba que tu micrófono esté silenciado y que tu cámara esté apagada!

5. No dejes las clases para después

Es normal que los profesores compartan grabaciones de las clases con sus alumnos, por lo que es tentador saltarse la clase. Pero no lo recomiendo. Deja esta opción solo cuando de verdad no puedas asistir e intenta seguir un horario, esto te ayudará a mantenerte organizado y centrado. Además, seamos honestos, ¿cuántas de esas grabaciones ves en realidad?

6. Configura las notificaciones y recuerda tus contraseñas

Hablando de cosas que no deben quedarse en segundo plano, es especialmente importante anotar las fechas de entrega en tu calendario para que no te cojan por sorpresa. Google Calendar, Google Keep, Todoist, Tick-tick, además del clásico calendario físico, son algunas herramientas útiles.

Las notificaciones pueden salvarte si se te ha olvidado la fecha de entrega del trabajo o una tarea importante. Para evitar que los mensajes de los chats de la clase y los calendarios escolares o las alertas del correo electrónico se pierdan entre el montón, configura tus notificaciones correctamente.

Con la enseñanza a distancia hemos tenido que crear cientos de cuentas en varios servicios y recordar todas esas contraseñas no es fácil. Si todavía no tienes un gestor de contraseñas, ahora es buen momento para empezar a usar uno.

7. Aprende a gestionar el ruido de fondo

Los logros tecnológicos de la humanidad pueden ayudarte a enfrentar algunos de los retos de la enseñanza online. Siempre puedes pedir a los que te rodean que no hagan ruido, pero es probable que tengas que recurrir a soluciones tecnológicas para encontrar la paz.

Estas aplicaciones pueden evitar que las personas con las que estés hablando escuchen un ruido excesivo, pero ¿qué hay de tu concentración? Tienes varias opciones para aportar calma y tranquilidad a tu espacio de estudio y no todas implican mandar callar a los vecinos.

8. Actualiza tu hardware

Lo más probable es que estudiar desde casa requiera alguna mejora en el equipo. Tal vez sea hora de dejar de posponer la compra de ese potente portátil o de un segundo monitor.

Es probable es que un estudiante con pocos recursos no pueda permitirse comprar dispositivos caros, por lo que sería sensato cubrir algunas de tus necesidades con viejos dispositivos. Por ejemplo, una tablet vieja podría funcionar de segunda pantalla y un smartphone podría convertirse en una buena cámara web. Los routers wifi también necesitan atención especial, ya que seguro tendrán más trabajo.

¡Carpe diem!

Es posible que la enseñanza a distancia nos haya quitado parte del disfrute de la experiencia estudiantil tradicional, pero también puede abrir un mundo de nuevas posibilidades; y, no lo olvides, algún día se terminará la pandemia, mientras que las habilidades que desarrolles durante este tiempo se quedarán contigo para toda la vida.

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