El Internet de las cosas (IoT) está cambiando la forma en que vivimos mediante la conexión de los dispositivos que utilizamos. Es lo suficientemente sencillo como para proporcionar control remoto sobre un único dispositivo. El primer mando a distancia de televisor se desarrolló en la década de 1950. En la actualidad, cualquier dispositivo, desde un equipo de alta fidelidad o un televisor hasta la calefacción, las cerraduras de las puertas y la iluminación, puede conectarse a un único controlador a través de Internet, lo cual te proporciona el control absoluto de tu hogar.
El hogar conectado puede hacer que tu vida sea más fácil y agradable. Pero también tiene un inconveniente. Al conectar tus sistemas domésticos a Internet, los expones a una serie de riesgos de seguridad. Te mostramos cómo sucede esto y te ofrecemos los mejores consejos de seguridad para el hogar a fin de garantizar que tu casa conectada sea además un hogar seguro.
Los hogares inteligentes utilizan dispositivos que pueden conectarse a Internet y que contienen pequeños ordenadores que permiten controlarlos de forma remota. Estos dispositivos pueden ser tan pequeños como una cafetera o tan grandes como el sistema de calefacción.
Lo que los hace diferentes de tu mando a distancia de televisión tradicional es que utilizan el protocolo de Internet para conectarse y que todos están conectados a través de un concentrador. Este puede ser el router de tu red doméstica o tu smartphone.
A diferencia del mando a distancia del televisor, estos dispositivos pueden recopilar y almacenar información sobre tu uso, hábitos y preferencias, ya sea en el dispositivo o en la red. Todos esos datos convierten a tu hogar inteligente en un riesgo potencial para la privacidad, y cada dispositivo que agregues a la red añade una nueva preocupación en relación con la privacidad.
Echemos un vistazo más detallado a los tipos de amenazas de seguridad que debes tener en cuenta si tienes una red doméstica inteligente.
El hogar conectado presenta varios tipos de amenazas de seguridad.
En primer lugar, puede ocurrir que los dispositivos individuales no sean seguros. Algunos dispositivos domésticos del IoT se lanzan apresuradamente al mercado, por lo que es posible que su seguridad no se haya tratado de la forma adecuada. En algunos casos, los manuales de usuario no abordan los problemas relacionados con la privacidad ni proporcionan suficiente información para asegurarse de que el dispositivo es seguro. Por ejemplo, se han hackeado monitores de bebés y cámaras de seguridad, lo que permite a los criminales ver dentro de una casa.
De hecho, muchos expertos creen que con los dispositivos del IoT, no se debería pensar en qué ocurre "si" son hackeados, sino "cuándo", porque muchos son fáciles de hackear y ofrecen poca protección.
En segundo lugar, es posible que tu red doméstica no sea segura y que cualquier dato que se encuentre en dicha red pueda ser accesible para un intruso. Un criminal podría rastrear tus patrones de uso de varios dispositivos para averiguar, por ejemplo, cuándo te encuentras fuera de casa.
Si tu red doméstica está controlada desde tu cuenta principal de Internet, no solo podrían estar en riesgo los datos de tus dispositivos del IoT. Cualquier vulnerabilidad podría poner en riesgo tu información privada, correos electrónicos y cuentas de redes sociales, pero también cuentas bancarias.
Muchos usuarios controlan su hogar conectado a través de un smartphone, lo cual lo convierte en una base de datos muy valiosa para cualquier hacker que desee acceder a tu vida. Por ello, si te hackean el teléfono, si te lo roban o si alguien espía tu conexión, se genera un gran riesgo. Evita poner en riesgo la seguridad de tu red doméstica a causa de un único dispositivo vulnerable del IoT.
Si deseas disfrutar de las ventajas de un hogar inteligente, antes debes asegurarte de resolver los problemas de seguridad potenciales.
El primer paso para abordar la seguridad doméstica es aislar la red doméstica inteligente de las demás redes. Esto se realiza con relativa facilidad mediante la configuración de redes invitadas para tus dispositivos domésticos del IoT. Por ejemplo, sería posible hackear tu frigorífico para que forme parte de un botnet que envíe spam o extraiga criptomonedas. Sin embargo, dado que ocupa su propia red, no podrá acceder a tus correos electrónicos ni cuentas bancarias.
El uso de redes invitadas puede ayudarte a mejorar la seguridad de tu red doméstica también de otras maneras. Obtén más información acerca de la instalación y el uso de redes invitadas aquí.
En segundo lugar, asegúrate de que los dispositivos de acceso, control y entrega de la red sean seguros. Estos pueden incluir los altavoces inteligentes, el router de Internet, el ordenador y el smartphone. Si te roban o hackean tu smartphone, se puede poner en peligro todo el sistema de seguridad doméstica. Por ello, haz que su protección sea tu máxima prioridad mediante la adquisición de un software de seguridad para Android o de un software de seguridad para dispositivos iOS.
Incluso si has seguido todos estos consejos de seguridad doméstica, sigues corriendo un riesgo si accedes a una red Wi-Fi pública con tu portátil o tu teléfono. Si no necesitas autenticación para acceder a una red, tampoco lo harán los hackers. Si utilizas una red Wi-Fi pública con regularidad, aprende a utilizar una red privada virtual (VPN) como VPN Secure Connection de Kaspersky para proteger tu privacidad y tu casa inteligente.
Una vez que has protegido tus redes para asegurarte de que ninguno de tus dispositivos del IoT pueda acceder a tus datos personales o controlar la red, el siguiente paso es proteger los dispositivos individuales.
Recuerda que cada dispositivo agregado es una nueva oportunidad para que los visitantes no deseados puedan acceder a tu red. Depende de ti decidir para cada dispositivo si la comodidad o la funcionalidad adicional que te ofrece vale la pena el riesgo añadido.
Aunque el hogar inteligente presenta algunos desafíos de seguridad, también puede crear oportunidades para hacer tu casa más segura. Mientras que la mayoría de los dispositivos tienen como objetivo hacer tu vida más fácil, otros también pueden proporcionar seguridad y protección en el hogar inteligente.
Por ejemplo, disponer de un sistema de bloqueo controlado de forma remota puede garantizar que nunca tengas que hacer copias de las llaves ni dejar una de repuesto debajo del felpudo. Esto puede ayudarte a gestionar el acceso no solo para los miembros de la familia, sino también para el personal de limpieza o el cuidador de la casa. Comprobar si las puertas y las ventanas están cerradas resulta más sencillo si ya no es necesario realizar una inspección física y solo tienes que preguntar al dispositivo de control.
Cuando no estás en casa, se puede mejorar la seguridad con la opción de encender y apagar las luces y el equipo de alta fidelidad de forma remota. Esto puede dar a los extraños la impresión de que estás en casa cuando salgas de fin de semana o te quedes trabajando hasta tarde. El acceso remoto a las cámaras de seguridad te permite detectar posibles problemas, como paquetes que se dejan a la vista en la puerta o verjas que se han dejado abiertas.
Sin embargo, solo disfrutarás de estas ventajas si ya has protegido tu red doméstica inteligente y te has asegurado de que no se pueda hackear.
Continuamente se crean nuevos productos para llevar el poder de Internet a los dispositivos y los sistemas domésticos. A finales de 2021, podrían utilizarse 25 millones de dispositivos inteligentes del IoT: bombillas inteligentes, monitores de calidad del aire, timbres, lavadoras y frigoríficos. Tu casa del IoT tendrá el potencial de ofrecer un control extraordinario, pero depende de ti garantizar que también ofrecerá seguridad doméstica inteligente.
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