Internet es una parte tan integral de nuestras vidas que a veces es fácil olvidar que no todas las personas con las que nos cruzamos tienen en cuenta nuestros intereses.
Las estafas por Internet son una amenaza constante, ya que los hackers y los ciberdelincuentes hacen todo lo posible por ir un paso por delante de los usuarios de Internet.
Mantenerse informado de los riesgos y de cómo combatirlos es la mejor manera de mantenerse a salvo. Aquí encontrarás una lista de las principales estafas online y cómo evitar caer en la trampa.
Las ofertas de empleo fraudulentas aumentaron durante la pandemia de coronavirus. Con esta estafa, recibes un correo electrónico no solicitado en el que se ofrece un trabajo, normalmente no relacionado con tu área de especialización, a menudo para un puesto misterioso de comprador u otro puesto similar.
Cuando aceptas, se te paga mediante un cheque o giro postal un importe superior al que ofrecía tu "empleador". A continuación se te solicita que devuelvas la diferencia, y descubres que el cheque o giro postal original era falso, y que has perdido el dinero que has enviado a tu empleador falso.
Con el uso generalizado de sitios de redes profesionales como LinkedIn, las ofertas de empleo no solicitadas son habituales, lo que significa que cualquiera que busque trabajo tiene que espabilar para distinguir las ofertas legítimas de las estafas.
Si decides aceptar un trabajo, nunca cobres cheques sospechosos sin asegurarte de que son auténticos. Para estar seguro, pide a tu banco que ponga los fondos "en espera" hasta que se compruebe la legitimad del cheque o el giro postal.
En cuanto se te solicite que devuelvas la "diferencia", esto es una señal de que estás involucrado con una estafa.
Según los informes, las estafas de lotería fueron el cuarto tipo de estafa más común en EE. UU. en 2020. Se suele recibir un correo electrónico con estas estafas en las que se afirma que ha ganado una lotería poco conocida, normalmente en otro país y siempre con un pago considerable.
Para reclamar tu premio, se te pedirá que pagues una tasa. Los estafadores suelen decir que estas comisiones son por gastos de seguro, impuestos, comisiones bancarias o gastos de mensajería.
Se te pedirá que envíes datos personales a modo de verificación; de repente te has convertido en una víctima del robo de identidad y has perdido el dinero que has enviado.
Otra versión de las estafas de lotería o premios inesperados consiste en que los estafadores acceden a la cuenta de alguien en las redes sociales y se ponen en contacto con amigos y familiares para decirles que todos han ganado dinero.
A continuación, el estafador facilita una dirección de correo electrónico a través de la cual recibirán instrucciones sobre cómo reclamar su premio. Se trata de una versión particularmente insidiosa de la estafa, ya que utiliza la confianza entre amigos y familiares para engañar a la gente y sacarle su dinero.
Las estafas de lotería tienen señales inequívocas:
Si recibes un correo electrónico de este tipo, haz una búsqueda rápida en Google para ver si es legítimo. (Nunca lo es.) Todos queremos encontrarnos con una ganancia fácil, pero si no has comprado ningún número, es muy poco probable que te haya tocado la lotería.
Nunca envíes información personal por correo electrónico a alguien que no conoces, y nunca confíes en nadie que intenta darte dinero a cambio de nada.
Recibes un correo electrónico de alguien que quiere mover dinero rápidamente.
Estos correos electrónicos a veces provienen de personas que afirman ser de la realeza (probablemente hayas oído hablar de la estafa del príncipe nigeriano), pero habitualmente provienen de un "empresario" que dice que quiere sacar unos millones del país y necesita tu ayuda a cambio de darte una parte de los beneficios.
El remitente incluye la información suficiente para que la oferta parezca legítima. Pero el dinero se retrasa inevitablemente, dejándote a ti en la estacada de una serie de pequeños pagos para facilitar la transferencia de fondos.
Caer en esta trampa es fácil si estás en un momento en el que la suerte no te sonríe; sin embargo, debes buscar algunas señales que te indiquen que esto no es lo que parece.
Una gramática y ortografía pobres en el correo electrónico original, y una dirección de respuesta que no coincida con la del remitente demuestran que, especialmente en Internet, cualquier cosa que suena demasiado buena para ser verdad, definitivamente lo es.
Las estafas románticas están en auge. Conoces a alguien a través de una aplicación o página web de citas, empezáis a conoceros y puede parecer auténtico.
Sin embargo, nunca se puede estar seguro de quién está al otro lado de la pantalla. Si te encuentras en una relación online con alguien que comienza a pedirte dinero o te pide que redirecciones los elementos que te envía, entonces la persona que has conocido es un estafador.
Los "catfishers", como se les llama a veces, suelen utilizar la identidad de una persona real para parecer auténticos y proporcionar detalles genuinos. Sin embargo, envían fotos e información de contacto falsas para cubrir sus huellas.
Las estafas románticas o de sitios de citas tienen algunos componentes clave:
Evitar las estafas románticas significa examinar cuidadosamente cualquier relación en línea que se desarrolle demasiado rápido. Nunca des dinero a alguien a menos que también tengas una relación sin conexión con él o ella.
Y si decides tener una cita con alguien fuera del ciberespacio, asegúrate de que la gente con la que compartes tu vida sabe donde estarás, solo para garantizar tu seguridad.
Tras los desastres naturales a gran escala u otras tragedias públicas de alto perfil, quieres ayudar de cualquier manera que puedas, y los estafadores saben aprovechar este sentimiento.
Crean cuentas y sitios de donación falsos, y luego diseñan un correo electrónico estratégicamente emocional para solicitar fondos que nunca llegan a las víctimas. Estas estafas tienen éxito porque explotan la compasión, pero asegúrate de llevar a cabo siempre tu propia investigación.
Verifica cualquier sitio de donaciones y asegúrate de que estén afiliados con las cuestiones que pretenden representar.
Para evitar una estafa en una web benéfica, no hagas donaciones en sitios que parezcan sospechosos. Cualquier organización benéfica auténtica tendrá un sitio web sólido con una declaración sobre su misión y documentación de exención de impuestos.
Para comprobar si una organización benéfica es real o no, búscala en una base de datos pública.
Se trata de una estafa que empieza en el mundo real y se mueve rápidamente al mundo online. Recibes una llamada telefónica de alguien que afirma que trabaja para "Microsoft" u otra gran empresa de software, y que afirma que puede solucionar los problemas del ordenador de sobremesa, como la lentitud de las velocidades de Internet y los tiempos de carga.
Parece útil, y cuando llega el correo electrónico a tu bandeja de entrada, descargas un programa de acceso remoto, que permite a los estafadores tomar el control de tu ordenador e instalar software malicioso.
No todos los consumidores son expertos en tecnología, por lo que muchos no saben cómo funciona su ordenador de sobremesa y los estafadores pueden engañarlos fácilmente. Una vez que instalan software malicioso, tienen acceso a los archivos, los datos y la información personal.
Nunca aceptes ningún consejo de reparación no solicitado, y no compres servicios de reparación a menos que estés seguro de que sabes con quién estás hablando. No permitas a nadie que acceda de forma remota a tu ordenador.
Si alguien llama, pide información de identificación. Hay muchas probabilidades de que si formulas suficientes preguntas, el estafador se de cuenta de que no te puede engañar.
Las estafas en las redes sociales son cada vez más populares y adoptan muchas formas.
Por ejemplo:
Evita los concursos y nunca hagas clic en mensajes emergentes o mensajes con contenidos que parezcan chocantes o demasiado buenos para ser verdad. No hagas clic en enlaces ni abras archivos adjuntos incluidos en mensajes no solicitados.
Ten cuidado al hacer clic en URL acortadas que ocultan la ubicación completa de la página web. Son muy comunes en Twitter, y aunque podrían dirigirte inocentemente al sitio correcto, siempre existe la posibilidad de que te desvíen a uno que instale software malicioso.
Si contestas al teléfono y oyes una grabación en lugar de una persona hablando en directo, se trata de una llamada automatizada. Las llamadas automatizadas se utilizan a veces para dar información útil, como recordatorios de citas o cancelaciones de vuelos.
Sin embargo, la mayoría son llamadas de marketing no solicitadas, y muchas de ellas son estafas.
Las estafas por llamadas automatizadas se presentan de varias formas, por ejemplo:
Lo mejor que puedes hacer es no contestar al teléfono si sospechas que se trata de una llamada automatizada. Sin embargo, no siempre se puede saber, así que si contestas al teléfono, cuelga en cuanto te des cuenta de que es una llamada automatizada. Evita seguir las instrucciones del bot, como "pulse 1 para hablar con un representante en directo", etc. Evita decir la palabra "sí" si puedes: muchas llamadas automatizadas empiezan con la frase "Hola, ¿me oye?", a la que los usuarios pueden responder "sí" sin pensar. A continuación, los estafadores almacenan la grabación y la utilizan con fines fraudulentos.
Cualquier interacción o compromiso positivo con una llamada automatizada permite a los estafadores saber que eres un cliente potencial, por lo que minimizar el compromiso es el mejor enfoque a adoptar.
Los estafadores también utilizan sistemas y aplicaciones de mensajería, como SMS, WhatsApp, Facebook Messenger, Viber, Skype y Google Hangouts, entre otros, para robar dinero. Las estafas de phishing realizadas a través de SMS se conocen como "smishing".
Existen varios tipos de estafas de mensajería. Por ejemplo:
Si una organización no suele ponerse en contacto contigo a través de una aplicación de mensajería, esa es la primera señal de alarma. Las organizaciones auténticas no se pondrán en contacto contigo de la nada para pedirte que divulgues información confidencial o personal a través de una aplicación de mensajería.
Comprueba si el mensaje contiene faltas de ortografía o errores gramaticales: si no parece profesional, es señal de que se trata de una posible estafa en línea. Si no estás seguro, no hagas clic en ningún enlace y evita facilitar datos personales o financieros.
Los estafadores utilizan la tecnología más avanzada para crear sitios web de minoristas falsos que parecen auténticas tiendas en línea, utilizando logotipos robados y diseños copiados. Muchos de estos sitios web ofrecen marcas populares de ropa o joyas, o gadgets a precios bajos.
A veces puedes recibir el artículo por el que has pagado, pero a menudo no. Una versión más reciente de la estafa consiste en crear una tienda en las redes sociales, que suele desaparecer al cabo de un tiempo para resurgir de nuevo bajo otra apariencia.
Para más información, lee nuestro artículo sobre Seguridad en las compras por Internet.
Si un producto se anuncia a un precio increíblemente bajo que parece demasiado bueno para ser verdad, es una clara señal de alarma. Otra señal es si la otra parte insiste en el pago inmediato o mediante transferencia electrónica de fondos o un servicio de giro. Puede que incluso te pidan que compres vales por adelantado para acceder a una oferta barata o a un regalo.
Un aspecto clave de la seguridad en línea es saber identificar los sitios web falsos. Para evitar las estafas en sitios web, hay varias señales de advertencia a las que puedes prestar atención.
Quienes se pregunten cómo evitar que les estafen en Internet, pueden seguir algunos consejos sensatos para mantenerse a salvo:
Evita enviar dinero o facilitar datos de tarjetas de crédito, cuentas en línea o copias de documentos personales a personas que no conozcas o en las que no confíes. Utiliza únicamente métodos de pago seguros con los que estés familiarizado. No aceptes transferir dinero o bienes para otra persona: el blanqueo de dinero es un delito penal.
Un tema común entre muchas estafas en línea es el phishing. Evita hacer clic en enlaces o abrir archivos adjuntos en correos electrónicos o mensajes de texto sospechosos, y nunca respondas a mensajes y llamadas no solicitados en los que se te pidan datos personales o financieros.
Si alguien dice pertenecer a una conocida empresa de telecomunicaciones o tecnología y quiere acceder a tu ordenador para solucionar un problema o instalar una actualización gratuita, cuelga inmediatamente. Su verdadera motivación es tomar el control de tu ordenador para instalarle software malicioso y así poder acceder a tus contraseñas y datos personales.
Utiliza contraseñas para proteger tus dispositivos y evita dar acceso a otros (incluso a distancia). Protege tu red Wi-Fi con una contraseña y evita utilizar ordenadores públicos o puntos de acceso Wi-Fi para acceder a la banca en línea o facilitar información personal.
Una contraseña segura no es fácil de adivinar e, idealmente, se compone de una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, caracteres especiales y números. Usar la misma contraseña durante años, como hace tanta gente, la vuelve insegura.
Una herramienta de administrador de contraseñas es una excelente manera de administrar las contraseñas.
Si utilizas sitios de redes sociales, ten cuidado con quién te conectas y aprende a utilizar la configuración de privacidad y seguridad para mantenerte a salvo. Si reconoces un comportamiento sospechoso, has hecho clic en spam o has sido víctima de una estafa en línea, toma medidas para proteger tu cuenta y asegúrate de denunciarlo.
Transmitir contenidos desde sitios web desconocidos y potencialmente no auténticos puede suponer un riesgo considerable de software malicioso. Los delincuentes que están detrás de la piratería digital suelen hacer que los contenidos sean gratuitos ilegalmente para que sirvan de cebo a un gran número de visitantes. Transmite sólo contenidos de sitios que conozcas y en los que confíes.
Las empresas legítimas te darán tiempo para tomar decisiones. Cualquiera que te presione para que pagues o reveles tu información personal es potencialmente un estafador.
Si un sitio web o cualquier persona con la que te comuniques en línea te ofrece grandes descuentos o premios masivos que parecen irreales o inverosímiles, actúa con cautela. Como se suele decir, si parece demasiado bueno para ser cierto… probablemente no lo sea.
En general: mantente alerta y desconfía de las personas que se ponen inesperadamente en contacto contigo por correo electrónico o teléfono y te piden información personal. Si eres víctima de una estafa en línea en Estados Unidos, puedes denunciarlo a la Comisión Federal de Comercio.
Otros países del mundo tienen organismos equivalentes.
La mejor manera de protegerte contra las estafas en Internet es instalar programas de ciberseguridad en todos tus dispositivos y mantenerlos actualizados.
Evita los productos antivirus falsos -ya que suelen ser estafas y códigos maliciosos disfrazados- comprando y descargando software antivirus de un sitio web legítimo. Por ejemplo, Kaspersky Premium protege contra hackers, virus, software malicioso y mucho más.