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Indicios del ciberacoso y consejos para protegerte de los ciberacosadores

Indicios del ciberacoso y consejos para protegerte de los ciberacosadores

El ciberacoso puede definirse, en pocas palabras, como "el uso de Internet u otros medios electrónicos para hostigar e intimidar a una víctima seleccionada". Entre las características comunes (aunque no sean las únicas) se incluye un comportamiento de acoso clásico, es decir, perseguir a una persona y supervisar sus actividades tanto en Internet como en el mundo real.

Se sabe que los acosadores cibernéticos instalan dispositivos GPS en los automóviles de sus víctimas, utilizan spyware de geolocalización en sus teléfonos y rastrean obsesivamente el paradero de sus víctimas a través de las redes sociales.

Algunos casos de ciberacoso pueden englobar otras conductas que pretenden intimidar a las víctimas o hacer sus vidas insoportables. Por ejemplo, los ciberacosadores pueden poner en la diana a sus víctimas en las redes sociales, trolearlas y enviarles mensajes amenazadores o pueden hackear sus correos electrónicos para comunicarse con sus contactos, incluidos sus amigos e incluso su empresa.

El acoso en redes sociales también puede consistir en falsificar fotografías o enviar mensajes privados amenazadores. En ocasiones, los ciberacosadores difunden rumores difamatorios y propagan falsas acusaciones o incluso crean y publican porno vengativo. También pueden llevar a cabo suplantaciones de identidad y crear perfiles falsos en redes sociales o blogs acerca de la víctima.

El informe de Kaspersky "El estado del stalkerware" ha destacado la medida en la que el ciberacoso representa un problema para las personas a nivel mundial. Más de 31 000 personas fueron víctimas del ciberacoso en 2023, lo que significa un aumento del 5,8 % con respecto al año anterior. Casi el 40 % de las personas que respondieron al informe indicaron que vivieron situaciones de violencia o abuso de parte de una pareja actual o pasada, mientras que una de cada ocho admitió haber instalado aplicaciones o hecho ajustes en el móvil de su pareja actual.

Y ahora que ya sabemos qué es el ciberacoso, preguntémonos quiénes son sus víctimas. Tal vez te lleves una sorpresa. Aunque la mayoría de las víctimas de ciberacoso son mujeres, entre el 20% y el 40% son hombres.

El ciberacoso va mucho más allá de seguir a alguien en una red social. Su objetivo es intimidar, que es precisamente su rasgo definidor.

¿Cuáles son los indicios típicos del ciberacoso?

Los casos y las víctimas del ciberacoso nunca son iguales, por lo que la naturaleza de cada situación puede variar en gran medida. Sin embargo, en términos generales, los ciberacosadores exhiben una o más de estas conductas:

Contacto excesivo y constante

Enviar mensajes e intentar contactarse todo el tiempo o enviar un gran volumen de mensajes en poco tiempo.

Mensajes demasiado halagadores

Dar "me gusta" o dejar comentarios positivos en muchas publicaciones o imágenes de redes sociales, en particular las más antiguas, que requieren tiempo y esfuerzo para encontrar, y enviar regalos no solicitados.

Amenazas y mensajes agresivos

Hacer comentarios intimidantes o groseros, e insinuar amenazas de divulgar información personal o contenido sexualmente explícito relacionado con la víctima.

Rastreo e intentos de obtener información personal

Intentar piratear los dispositivos, las cámaras o los perfiles en redes sociales de la víctima, y crear cuentas falsas para ponerse en contacto con la víctima.

Conductas sexualmente explícitas o sugerentes

Enviar mensajes e imágenes sexualmente explícitos y pedirle lo mismo a la víctima.

Si estas conductas continúan después de que la víctima o alguien al tanto de la situación le han pedido al ciberacosador que detenga su accionar, este es un indicio claro de un caso de ciberacoso grave.

¿Cuáles son las consecuencias del ciberacoso?

El acoso cibernético representa una invasión y transgresión al derecho de una persona a la privacidad y a no ser destinataria de conductas e intentos de contacto no solicitados. Por este motivo, es claro que las consecuencias del ciberacoso pueden ser graves y variadas, entre ellas:

  • Emocional : muchas víctimas de acoso cibernético desarrollan depresión, ansiedad y estrés, lo que puede tener consecuencias duraderas para la salud mental en general.
  • Físico : además del riesgo de violencia física por parte del acosador, los efectos mentales pueden tener consecuencias físicas, como alteración de los patrones de sueño y dificultad para comer de forma saludable y regular.
  • Mental : las víctimas de acoso cibernético también pueden encontrar difícil reconstruir su confianza en las personas incluso después de que el contacto haya terminado, no solo en línea sino también en sus interacciones diarias con familiares, amigos y compañeros de trabajo.

¿Cómo evitar que te acosen en Internet?

Un ejercicio que convendría que hicieras ahora es buscar tu nombre en Google y averiguar cuánta información sobre ti podría encontrar un posible ciberacosador en Internet. Tal vez te sorprenda lo fácil que es localizarte, por no mencionar ya encontrar tu dirección postal, número de teléfono y otros datos personales.

Y por si eso no fuera ya lo bastante malo, tal vez te interese conocer cuántos datos podría recopilar alguien sobre ti si tuviera acceso también a las redes sociales de tus amigos y familiares. Por ejemplo, podrían averiguar en qué bar estuviste, con qué amigos o adónde tienes planeado ir de vacaciones y cuándo.

Es posible que incluso encuentres información supuestamente tuya que ha publicado otra persona, como un blog falso o una cuenta de Craigslist que da a conocer tu número de teléfono y tu dirección postal.

Así es como empiezan los acosadores, buscando en Google a sus víctimas y recabando toda la información que encuentran. Por este motivo, debes obstaculizar todo lo que puedas el acceso a dicha información.

Consejos para protegerte de los ciberacosadores

Mejora la configuración de privacidad

Empieza por tus propios datos. Examina con atención tus cuentas en redes sociales y, si no lo has hecho aún, configura unos ajustes de privacidad robustos.

  • Configura tus cuentas para que solo tus amigos puedan ver tus publicaciones. Si eres una figura pública o un bloguero, verifica que no sea posible determinar tu ubicación exacta basándose en tus publicaciones y fotos. Incluso una foto tomada desde la ventana de tu casa o departamento puede ayudar a los acosadores a descubrir dónde vives.
  • No dejes que las redes sociales hagan de acceso público tu dirección o número de teléfono (quizá deberías tener una dirección de correo electrónico diferente para las redes sociales).
  • Si necesitas compartir tu número de teléfono u otra información privada con un amigo, hazlo mediante un mensaje privado, no en un post público.
  • Deja en blanco los campos opcionales en tus perfiles en las redes sociales, como la fecha de nacimiento.
  • Acepta solo las solicitudes de amistad de gente que conozcas en persona. Configura tus redes sociales para aceptar solicitudes de amistad solo de amigos de amigos.
  • Desactiva los ajustes de geolocalización. También te puede convenir desactivar el GPS en el teléfono.
  • Si hay otros datos personales tuyos en Internet, aparte de los de tus cuentas en redes sociales, empieza a eliminarlos. En caso de que tu número de la Seguridad Social sea visible, Google te ayudará a eliminarlo. Es posible que debas contactar con sitios web de terceros para que se borren algunos datos. Si necesitas indicar una dirección postal por temas empresariales o para registrar tu dominio web, utiliza un apartado de correos o una dirección administrativa (como la de tu contable, por ejemplo), en lugar de la de tu casa.
  • Si usas un servicio de citas a través de Internet, no proporciones tu identidad completa en el sitio web ni a través del correo electrónico. Y facilítale solo tu número de teléfono a aquellas personas a quienes realmente hayas conocido y con quienes no te importe volver a coincidir. El mejor consejo de seguridad es no dar ni siquiera tu nombre completo en Internet, sino solo tu nombre de pila.
  • Desconfía de las llamadas telefónicas o los correos electrónicos en los que se te solicita que proporciones información personal, por muy razonable que pueda sonar la supuesta solicitud. Si te llaman del banco o de una empresa de tarjetas de crédito, excúsate unos instantes y utiliza otro teléfono (por ejemplo, si te llaman al fijo, utiliza el teléfono móvil) para llamar al banco y comprobar la veracidad de la información. Eso sí, llama al número de teléfono de las oficinas centrales de tu banco o de la sucursal que figura en tu documentación, no al que te acaban de facilitar. Y, por nada del mundo, des tu número de la seguridad social.

Protege tu PC y tu teléfono

Proteger tus datos no sirve de nada si te piratean el teléfono móvil o el PC. Para evitar que te acosen a través de Internet conviene que protejas mínimamente tu vida en la Red.

  • Ten cuidado al usar las redes Wi-Fi públicas, porque es fácil piratearlas. Si necesitas conectarte en una cafetería o un hotel, lo ideal es que utilices una red privada virtual (VPN) para impedir que fisgoneen tus comunicaciones. Kaspersky VPN te ofrece una conexión segura estés donde estés.
  • Además, una VPN ocultará tu dirección IP, que podría utilizarse para rastrear tu proveedor de Internet y, a través de este, tu dirección postal, número de tarjeta de crédito, etc.
  • Vigila dónde dejas el smartphone. No cuesta demasiado instalar spyware sin dejar rastro; basta con que dejes el teléfono sobre tu escritorio durante unos minutos para hacerlo.
  • Asegúrate de que tanto tu teléfono como tus ordenadores estén protegidos mediante contraseña. Utiliza una contraseña fuerte, no una fácil de adivinar, y cámbiala con cierta regularidad.
  • Utiliza software antispyware para detectar cualquier programa malicioso que tengas instalado. Bórralo o, mejor aún, haz una copia de seguridad de tus datos y luego restaura el dispositivo con los ajustes de fábrica para asegurarte de haber erradicado por completo el spyware. El antivirus de Kaspersky está disponible en versiones para PC y Android; protege de manera segura todos tus dispositivos.
  • Recuerda cerrar sesión siempre en tus cuentas una vez hayas acabado de utilizarlas; no dejes las cuentas de las redes sociales abiertas.
  • Desconfía de instalar aplicaciones que soliciten acceso a tu Facebook u otras listas de contactos. ¿Sabes qué tienen previsto hacer con esa información?
  • Haz que un profesional verifique tus dispositivos para ver si tienen malware o algún aparato de rastreo oculto que le permite a un ciberacosador controlar tus actividades.

Crea un plan de seguridad

Todas las medidas en línea que mencionamos antes pueden formar parte de un plan amplio de seguridad que te permita protegerte lo más que puedas, tanto en Internet como en el mundo físico. A ellas, les puedes añadir las siguientes medidas:

  • Evalúa la seguridad de tu hogar y las posibles situaciones de vulnerabilidad.
  • Pídeles a familiares y amigos que no compartan información ni contenido sobre ti en Internet que tú no quieras compartir, y pídeles que no interactúen con personas que creas que te están acosando.
  • Busca información sobre los lugares indicados para contactar si necesitas ayuda más organizada, como recursos especializados y líneas telefónicas de asistencia nacionales.
  • Denuncia todos los casos de ciberacoso al proveedor de la plataforma o red social involucrada, así como a la policía.
  • Guarda la evidencia sobre acoso u hostigamiento, y haz copias para ti y para la policía, de modo que puedan investigar más a fondo.

¿Qué es el catfishing?

El catfishing es una forma de fraude o engaño que consiste en que alguien cree una identidad falsa en Internet para atacar a una víctima concreta. Los catfishers pueden engatusar a sus víctimas para que les envíen fotografías o vídeos íntimos y después chantajearlas, o pueden entablar una relación con ellas y luego pedirles dinero para hacer frente a una emergencia repentina.

Estas personas pueden ser muy persuasivas, pero hay varios modos de quitarles la careta.

  • Si todas las fotografías que tienen online son selfies o fotos de estudio, en las que no aparecen ni amigos, ni familiares, ni contexto, tienes una pista importante.
  • Efectúa una búsqueda inversa de imágenes en Google con una de las fotografías que la persona tiene publicada en un sitio web de citas. Tal vez descubras que la persona tiene múltiples perfiles online con la misma fotografía, pero con nombres distintos.
  • Pregúntale si podéis conectaros por videollamada. Adivina: en estos casos, los catfishers acostumbran a inventarse una excusa y no vuelves a saber de ellos nunca más.

¿Cómo proceder si sufres ciberacoso?

Si te están acosando en Internet, no esperes a que el problema desaparezca por sí solo. Actúa de inmediato.

  • Déjale claro al ciberacosador que no quieres que contacte contigo. Comunícaselo por escrito y adviértele de que, si continúa, acudirás a la policía. No vuelvas a tener contacto con él bajo ninguna circunstancia después de haberle advertido.
  • Y, si persiste, ve a la policía. Muchos cuerpos policiales cuentan con un equipo especial dedicado al ciberacoso, pero no se van a poner quisquillosos sobre qué puede definirse como ciberacoso y qué no. Si te han amenazado o te están acosando o intimidando, intenta atajar el problema de inmediato, tanto si es a través de Facebook como del correo electrónico o mediante la instalación de spyware en tu teléfono.
  • Si sospechas que alguien te está rastreando con spyware, no utilices tu propio ordenador o teléfono para pedir ayuda; pídele prestado el suyo a algún amigo o familiar.
  • Lleva el ordenador o el teléfono a un profesional para que compruebe si tienes instalado algún software espía o si hay algún otro indicio de que se han vulnerado tus cuentas.
  • Cambia todas las contraseñas y utiliza una bóveda de contraseñas para mantenerlos a salvo.
  • En caso de sufrir acoso a través de las redes sociales, configura las opciones de privacidad para bloquear a la persona y luego denuncia el acoso a la red. Puedes encontrar fácilmente cómo denunciar casos de ciberacoso en las páginas de ayuda y atención al usuario de la mayoría de las redes sociales.
  • Si te han enviado mensajes de correo electrónico amenazantes o injuriosos, probablemente conozcas al proveedor de Internet del acosador: la parte que sigue a la @ en su dirección de correo electrónico. Ponte en contacto con denuncia@nombredeldominio o postmaster@nombredeldominio. La mayoría de los proveedores de Internet se toman el ciberacoso muy en serio. Si los acosadores utilizan Gmail, puedes usar el mecanismo de denuncia que encontrarás en https://support.google.com/mail/contact/abuse.
  • Puedes filtrar los mensajes de correo electrónicos intimidatorios para que vayan a una carpeta aparte y, así, dejar de leerlos.
  • Si crees que el ciberacosador puede hostigarte en tu lugar de trabajo, comunícaselo a la empresa.

Guarda copias de todas las comunicaciones, incluidas las tuyas propias, las denuncias a la policía y los correos electrónicos de las redes. Haz una copia de seguridad de todas las pruebas en una memoria USB o un disco duro externo.

Leyes de ciberacoso

El ciberacoso queda bajo el paraguas de la legislación general sobre el acoso, como la Ley de Violencia sobre la Mujer de 1994 en Estados Unidos y la Ley de Protección contra el Acoso de 1997 en el Reino Unido. California promulgó la primera ley estatal que tipificaba el ciberacoso como delito en 1999, y otros estados siguieron su ejemplo.

En España, existen leyes específicas que abordan el ciberacoso:

La Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal, modificada en 2015, incluye el artículo 172 ter, que tipifica el delito de acoso o stalking, incluyendo el ciberacoso. Este artículo prevé penas de prisión de 3 meses a 2 años o multas para quienes practiquen acoso de forma insistente y reiterada.

Además, la Ley Orgánica 1/2015 reformó el Código Penal para incluir la regulación del stalking y sexting, con el artículo 197.7 tratando específicamente la difusión no consentida de contenidos íntimos, con penas de 3 meses a 1 año de prisión.

Para casos que involucran a menores, el artículo 183 ter del Código Penal aborda el ciberacoso sexual contra menores de 16 años, con penas de 1 a 3 años de prisión.

Es bueno que el ciberacoso se considere hoy un delito grave, porque lo es: puede arruinar las vidas de las personas, pero no tiene por qué arruinar la tuya.

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Preguntas frecuentes sobre el ciberacoso

¿Qué se considera ciberacoso?

El ciberacoso es el acto de utilizar medios digitales o electrónicos para hostigar o acosar a una persona. Algunos ejemplos de acoso cibernético son controlar las actividades de la persona, rastrear su ubicación en línea o en el mundo físico, revelar información personal o privada de ella, o usar su información para infringir la ley o robar su identidad. Esto se puede lograr a través de casi cualquier medio de comunicación digital, como correos electrónicos, redes sociales, foros de Internet, servicios de mensajería instantánea, etc.

¿Cómo puedo protegerme del ciberacoso?

Puedes tomar distintas medidas para reducir el riesgo de sufrir ciberacoso, empezando con limitar al mínimo posible la cantidad de información personal que hay sobre ti en Internet. Instalar software antispyware y otras soluciones de seguridad puede evitar que agentes maliciosos accedan a su actividad desde un punto de vista técnico, mientras que contar con un plan de seguridad puede ayudarle a mantenerse seguro tanto en línea como fuera de línea.

¿Qué debes hacer si alguien te ciberacosa?

Lo más importante es no intentar afrontar la situación por tu cuenta. Mientras más personas conozcan la situación y mientras más información tengan, en mejores condiciones estarán para ayudarte. Es decir, infórmales de la situación a los propietarios de las plataformas en línea involucradas y a la policía, además de avisarles a tu familia y amigos, de modo que el ciberacosador no pueda descubrir más información tuya a través de ellos o su actividad en Internet.

¿Cómo se castiga el ciberacoso?

El nivel del castigo varía en función del país involucrado y la naturaleza y gravedad de los delitos. Muchos países imponen sanciones legales como multas, órdenes de alejamiento y encarcelamiento, según la gravedad del delito y la legislación local.

Además de sentencias penitenciarias, las autoridades pueden dictar órdenes de alejamiento, órdenes judiciales y órdenes de protección contra el acoso que prohíban al agresor tener contacto contigo. Las sanciones por infringir estas órdenes son graves.

Indicios del ciberacoso y consejos para protegerte de los ciberacosadores

El acoso cibernético puede ser un riesgo para cualquiera, pero hay cosas que puedes hacer para mitigar ese riesgo. Explore los mejores consejos tecnológicos y las mejores prácticas en nuestra guía.
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